Unos 40 inmigrantes han intentado entrar a nado esta madrugada en Ceuta por el
espigón del Tarajal. Ha sido uno de los intentos más importantes de los registrados en las últimas semanas en las que la presión por vía marítima está siendo muy marcada. La
Guardia Civil se ha tenido que desplegar en la zona y uno de los componentes del Instituto Armado resultó herido al recibir el impacto de una de las múltiples piedras que arrojaron contra los agentes desplegados. A pie de espigón la colaboración depende de los días, ya que hay jornadas de presión en las que
Marruecos evita el acercamiento de personas a Ceuta pero otras, como la de esta pasada madrugada, en las que la coordinación no es tan clara. De hecho lo que ha habido es una clara pasividad ya que no se materializó veto alguno a que los marroquíes pudieran arrojarse al agua e intentar cruzar a Ceuta o llegar hasta el arenal del Tarajal, como así hicieron.
Se paró el acceso por parte de la Guardia Civil en uno de los picos de presión más importantes de los vividos en estos días en los que adultos y menores buscan su acercamiento a nado a Ceuta bordeando a nado el espigón o ayudándose de pequeñas embarcaciones o de cámaras neumáticas. La diferencia respecto de otros días es la actitud desafiante demostrada por los protagonistas de este pase que no dudaron en arrojar piedras a los agentes. Los hechos se han producido en torno a las dos de la madrugada.
Las entradas por vía marítima bordeando los espigones son igual de intensas que las salidas de aquellos que intentan escapar de Ceuta a bordo de embarcaciones que en algunos casos adquieren con sus propios medios pero en otros se nutren de la acción de las pequeñas redes de tráfico que están haciendo su agosto con viajes continuados en motos de agua o recreativas, llegando a cobrar entre 2.000 y 4.000 euros a cada uno según el medio empleado.