La Guardia Civil ha interceptado esta misma mañana de domingo a un joven que, enfundado en traje de neopreno, había partido directamente desde Castillejos a Ceuta. Ha sido localizado en Juan XXIII, dando aviso a Cruz Roja para su reconocimiento.
A pesar del tiempo enrarecido, la juventud del norte de Marruecos intenta de forma constante cruzar a nado cualquiera de los dos espigones. Esta semana tres personas fueron recuperadas del mar sin vida, después de travesías truncadas. Es la parte más dura de esta inmigración, sobre todo cuando ni siquiera pueden ser identificados.
El miedo a perder la vida no evita los intentos de huida de un país que no ofrece alternativas y que por ello lleva a este tipo de situaciones, de escenas de riesgo que no se detienen.
El joven ha sido reconocido por el ERIE de Cruz Roja y será trasladado a dependencias oficiales para su filiación. Horas antes, en la cuesta de Caballería, se interceptó a otro joven que llevaba dos días deambulando por la ciudad después de haber entrado en Ceuta. Anoche dos sirios también consiguieron el cruce.
El abandono del norte de Marruecos
En Marruecos se está produciendo un abandono masivo de sus hogares protagonizado por jóvenes que dejan a sus familias. Muchos esposos han dejado atrás a mujeres e hijos con vistas a cruzar el Estrecho. Que algunos lo consigan es el motivo que lleva a otros a seguir intentándolo.
Las muertes ocurridas no solo en las costas de Ceuta sino también en las de Marruecos no suponen un freno para los que no encuentran yacimiento de empleo alguno para poder subsistir. La restricción fronteriza, que impide que todavía puedan pasar marroquíes solo con pasaporte, ha derivado en un aumento notable de las entradas a nado.
Esos pases son los que registra el Ministerio del Interior como terrestres, ya que los equipara con un bordeo de los espigones que en muchas ocasiones supone un cruce casi a la carrera.
Pues nada, ropa seca, vaso de te calentito y de vuelta por dónde ha venido, a su casa. Jugarse la vida para entrar de manera ilegal con la pretensión de un futuro incierto, solo genera que más personas lo intenten y algunas no lo consigan. Hacer las cosas bien, no cuesta tanto. Lo que mal empieza...