El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) ha expresado a través de un comunicado su condena ante la agresión y las amenazas verbales sufridas por una médico de familia y una residente de cuarto año en el Centro de Salud de Otero de Ceuta.
En este sentido, ha informado que las profesionales presentaron durante la tarde de este pasado lunes “la correspondiente denuncia en la comisaría”.
Asismimo, el Instituto ha señalado que condenan “enérgicamente” cualquier acto de violencia contra los profesionales sanitarios. “Este tipo de conductas son inaceptables y socavan la seguridad y el respeto que debe prevalecer en los entornos de atención médica”, han indicado.
Sobre el suceso, han declarado que ambas profesionales notificaron la agresión y, siguiendo los trámites establecidos, se activó el protocolo antiagresiones del Ingesa. Este incluye la notificación al servicio de Medicina Preventiva y la presentación de una denuncia en la comisaría.
“La institución cuenta con procedimientos establecidos para ofrecer asesoramiento y apoyo a las víctimas de agresiones. Además, facilita los medios para emprender las acciones legales pertinentes, garantizando en todo momento el anonimato de las víctimas”, han explicado.
Interlocutor policial sanitario
Desde el 2017, el organismo dispone de la figura del interlocutor policial sanitario, “un canal directo de comunicación para informar sobre cualquier tipo de agresión que suceda en nuestros centros”, han expresado.
Este mecanismo refuerza la seguridad y protección de los profesionales, “asegurando una respuesta rápida y efectiva ante cualquier incidente”, han dado a conocer.
Además, han recordado que “un delito no denunciado es un delito no conocido por las Autoridades y por lo tanto es un delito que no existe”. “Cuando las agresiones no son denunciadas por los profesionales, quedan silenciadas y sus responsables impunes, propiciándose la reincidencia de estos”, han decretado.
Asimismo, han destacado que las agresiones verbales a los profesionales de la salud también pueden ser denunciadas. “Los insultos y amenazas no denunciados hoy podrían convertirse en una agresión mañana”, han indicado.
Para finalizar, han expresado que “Ingesa reitera su compromiso en la lucha contra cualquier tipo de violencia hacia los profesionales sanitarios y seguirá trabajando incansablemente para garantizar un entorno de trabajo seguro y respetuoso para todos sus empleados”.
Ni mención a la seguridad del centro,que está ahí en todo momento y evita la inmensa mayoría de los sucesos y más en ese centro de salud,es alucinante.