El presidente de la Ciudad mantuvo ayer con Fernando Grande-Marlaska la primera de las tres reuniones con otros tantos ministros que, después de verse con el de Interior, completará hoy con los de Asuntos Exteriores y Defensa.
Se trata de tres departamentos de la Administración General del Estado con los que es especialmente importante para la ciudad sostener relaciones fluidas que redunden en favor de la gestión de las singularidades de Ceuta, especialmente por su carácter fronterizo.
La próxima reapertura del Tarajal subraya esa necesidad en el caso de Interior para conseguir la que debe ser una ambición de toda Ceuta: que el paso recupere su actividad de una forma radicalmente distinta a la tenía cuando se cerró, de una manera ordenada y con un control ágil y efectivo de todas las personas que entran y salen.
Con ese horizonte y los sucesos de los últimos días también se ha vuelto a poner sobre la mesa la conveniencia de efectuar un análisis a fondo de los recursos disponibles para garantizar la Seguridad Ciudadana con solvencia, un ámbito en el que el Estado debe reforzar su compromiso mejorando tanto en el número de agentes disponibles como en su estabilidad, sin depender constantemente de refuerzos puntuales para necesidades coyunturales.
El restablecimiento, también a la vuelta de la esquina, de la Operación Paso del Estrecho (OPE), otro de los puntos que Vivas y Grande-Marlaska abordaron ayer, no hace sino incidir en esa coordinación imprescindible para resolver problemas antiguos que es preciso reforzar en el marco del proceso de elaboración del Plan Estratégico Integral de la ciudad.
En todo este contexto el resultado de encuentros como el de ayer (y los de hoy) debe arrojar frutos de calado y esperanzadores.