Hizo bien ayer el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta, Gabriel Domínguez, en no dejar pasar por alto la operación de su propia Unidad Orgánica de Policía Judicial que, a la espera de lo que concluya la Justicia sobre la investigación abierta, ha dado con uno de los efectivos bajo su mando en prisión incondicional por presunta involucración en una organización criminal para el tráfico de drogas.
“Una manzana podrida nunca va a poner en duda el gran trabajo que realizan sus compañeros”, dejó claro el mando en el acto institucional por el 179 aniversario de la fundación de la Benemérita, una institución ejemplar que como bien recalcó Domínguez “trabaja con honradez y transparencia”, dejando claro que “somos los primeros interesados en combatir la corrupción interna”.
Frente a episodios repudiables de corporativismo que no solo se ven en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, sino en muchos ámbitos profesionales, el mensaje de Domínguez a todos los presentes fue claro y acertado al defender el “honor” del Instituto Armado, cuyos cientos de servidores públicos en la ciudad autónoma y el resto de España dan buena muestra a diario de su “ilusión” y “ganas de cumplir” con el trabajo bien hecho.
“El honor ha de ser la principal divisa del guardia civil y debe por consiguiente conservarlo sin mancha, pues una vez perdido no se recobra jamás”, recordó con tino el coronel consciente de que no solo para cada uno de sus integrantes individualmente, sino para una institución, es difícil restañar las lesiones que puede sufrir en su credibilidad e imagen pública por hechos reprochables por muy aislados que sean e individualizados que estén. Mantener la guardia alta para evitarlos y, en su caso, atajarlos y corregirlos, como se ha hecho, es la mejor forma de alumbrar otros 179 años de orgulloso servicio público.