La LOGSE ha sido una más de las fallidas leyes educativas que tan poco han hecho por la educación en nuestro país. Es además la ley bajo la cual se “instruyeron” los jóvenes líderes de los partidos, incluidos los que encabezan los “nuevos” (¿hay algo más antiguo que el comunismo?) movimientos políticos de izquierda. Estos nuevos líderes, sobre la base de una sucesión de tópicos, construyen un discurso sesgado sobre la educación que muestra a las claras su verdadero interés. Parafraseando el dicho periodístico: que la realidad no te estropee una buena consigna.
Nos hablan de que la generación más preparada se ve forzada a emigrar por culpa de las políticas de la derecha. Unos 500.000 desde que gobierna Rajoy. No es la generación más preparada sino la que más titulados tiene con respecto a las anteriores, algo lógico por la propia evolución de la sociedad, en la que al igual que ha crecido, por poner un ejemplo, el porcentaje de población urbana con respecto a la rural en los últimos cincuenta años, también ha crecido en el porcentaje de titulados. Otra cosa bien distinta es que sean los más preparados. Los que nos dedicamos a la enseñanza superior, podemos observar en el día a día, las grandes carencias de una parte importante de nuestros alumnos. Un bachiller de los años 70-80 tenía un nivel muy superior al de los titulados universitarios actuales, algo que también sucede cuando nos comparamos con nuestro entorno europeo. Respecto a lo del medio millón de jóvenes forzados a emigrar se obvia que desde el año 2008, un 85% de estos jóvenes emigrados son extranjeros retornados y no universitarios españoles. Eso no quita que sea una triste gracia que nuestro país invierta en jóvenes que después desarrollan su labor en otras sociedades, pero no es esa la cifra real. ¡Ay, la propaganda y las cifras redondas! Por cierto, también se obvian realidades como que el repunte de esta emigración se inicia con un gobierno socialista o que la subida de tasas universitarias depende de las comunidades autónomas. En nuestra pequeña ciudad, el líder podemita de turno nos atiza un artículo en el que para criticar la situación educativa de la ciudad y las decisiones de la delegación provincial del ministerio, en lugar de argumentar su opinión y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, nos habla de Millan Astray y su enfrentamiento con Unamuno, de que la derecha de hoy son los hijos del sanguinario manco, de Queipo de Llano y de las violaciones de mujeres republicanas, del salto de gigante cultural de la 2ª República, del relato franquista, de cruzadas… Puede que todo esto tenga que ver con la situación de la educación en el año 2015 pero yo no lo veo. Debo ser corto de entendederas. Solo unos modestos apuntes a tanta intelectualidad: Unamuno apoyó el golpe del 36 y sentía cierta admiración por José Antonio Primo de Rivera al que fue a escuchar a uno de sus mítines. En cuanto al florecimiento cultural durante la República si bien fue un periodo de libertad intelectual no alcanzó las cotas anteriores marcadas por las Generaciones literarias del 98 y del 27, ambas nacidas y desarrolladas durante el reinado de Alfonso XII al igual que los movimientos vanguardistas. Respecto a que a la derecha “siempre le ha molestado todo lo que oliese a Cultura o Educación” recomendar al líder podemita la lectura de Historia de las Dos Españas de Santos Julia, mi director de tesis y hombre de izquierdas, a muchos sorprenderá la cantidad de intelectuales de derechas que han pasado por la historia de España. Leer, sobre todo, leer.