El presidente de la Ciudad glosó anteayer en la conmemoración del aniversario de la muerte en combate de González-Tablas el vínculo consustancial que une a Ceuta con el Ejército y ayer fue la conmemoración del anivesario de la Guardia Civil la que dio la oportunidad de poner de manifiesto que la Benemérita es otra parte sin la que no podría entenderse esta tierra.
El Instituto Armado ha trascendido su carácter militar como Fuerza de Seguridad del Estado, aunque esa esencia sigue impregnando un Cuerpo que se gana cada día el más que merecido aprecio que le brindan todos los ceutíes.
Su más o menos inminente traslado desde San José-Hadú a Las Heras, donde está prevista la construcción de su nueva Comandancia con obras a ejecutar desde 2023, ha reabierto el debate sobre la ubicación de las sedes de las Fuerzas de Seguridad del Estado y el extrarradio quiere seguir contando con presencia de la Guardia Civil, cuyos efectivos demuestran a diario su valía en los múltiples cometidos que les encomiendan sus competencias.
Entre los que tienen más visualización está la vigilancia de las fronteras de la ciudad, donde ha hecho gala en multitud de ocasiones no solamente de efectividad en términos de seguridad, sino también de un carácter de atención humanitaria insoslayable cuando se trabaja cerca de las migraciones y contra las mafias que trafican con personas sin importarles en muchas ocasiones poner en riesgo sus vidas.
El desempeño de la Benemérita es ejemplar a diario, como bien saben los caballas, y en momentos como la crisis de mayo del año pasado se puso de relieve con todo merecimiento ante el resto del país y el mundo.