Es un avance más en
el tráfico de drogas que pretende burlar el cierre de
la frontera de Ceuta. Y es que agentes de
la Guardia Civil han detenido esta madrugada a un joven que entraba a nado desde Beliones (
Marruecos) a Benzú, enfundado en traje de neopreno, con aletas, gafas, un fardo de hachís de unos 73 kilos de peso... y un motor propulsor. Es el típico que usan los submarinistas y permite nadar mucho más rápido porque lo que hace es guiarte él mismo, propulsarte sin esfuerzo. No se sabe si el detenido lo había hecho más veces, pero sí que los agentes de la Benemérita abortaron su último pase al detectarlo cuando cruzaba el espigón con toda su logística. Lo que ha llamado la atención de este tráfico de drogas y lo que lo hace distinto a otros es la evolución en la comisión del delito. Ya no se trata del típico motor-humano, ese que se guía por su propio impulso y aletea para guiar el fardo de hachís amarrado a su cuerpo. Ahora el pasador va con su propio motor físico, por lo que no tiene prácticamente que aletear porque el propio aparato es el que le impulsa, introduciendo el hachís más rápido. El detenido venía perfectamente preparado, lo que hace presumir que había llevado a cabo el delito en otras ocasiones, toda vez que no todos los pasadores vienen dotados de ese motor físico. Los agentes que estaban de servicio procedieron a su arresto y decomiso de todo lo que portaba así como la prueba de la comisión del acto ilícito: el fardo con la droga. Será acusado de un delito contra la salud pública del que deberá responder en sede judicial. Son varios los marroquíes que han sido detenidos haciendo lo mismo, aunque el de esta noche de manera más sofisticada si cabe.
El cierre de la frontera ha llevado a estas prácticas: idear la forma de meter la droga bien sea por el mar y de esta manera o bien sea por aire, con
los narcodrones que han motivado el desarrollo un operativo de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Por otro lado, la Guardia Civil ha comunicado que tras la detención de este sujeto se ha procedido al arresto de otros dos nadadores más que esta vez querían introducir por el espigón del Tarajal, también ayudados de un scooter marino, hasta ocho bultos que pesaban 285 kilos de hachís.
Así, los servicios antidrogas de la Benemérita se saldan con tres arrestos, los tres de marroquíes, el decomiso de 359 kilos de hachís y la intervención de dos motores de propulsión acuática, confirmándose por tanto el empleo de este método para la introducción de droga desde Marruecos a Ceuta.