Amigos, familiares, artistas, políticos y vecinos de la ciudad recuerdan a García Bernardo, viceconsejero de Festejos, fallecido en julio de 2009, en un espectáculo artístico y variado que resultó tan emocionante como hermoso
Allá en el cielo, donde descanse Juan Carlos García Bernardo, que fuera viceconsejero de Festejos y, sobre todo, vecino muy querido de la ciudad, a buen seguro que hubo anoche una agitación, una emoción, un llanto, un abrazo enorme correspondido. Porque desde la eternidad, Carlos, como así lo llamaban sus seres queridos y como así lo recuerdan, vibró, a su manera, con la a gala celebrada en el Teatro Auditorio del Revellín, un homenaje póstumo –falleció en julio del 2009– que, asimismo, tuvo mucho de su carácter solidario puesto que los beneficios irán destinados, de manera íntegra, al Banco de Alimentos. El evento, organizado por la Asociación de Vecinos del Centro, en colaboración con la Ciudad, reunió así a distintos y numerosos artistas locales, a las academias de Rosa Founaud y María José Lesmes y, en definitiva, a más de 150 personas de todos los ámbitos de la sociedad, incluido el área política, todos ellos amigos de Carlos y artífices de una noche llena de amor, complicidad, arte y magia, una jornada que quedará por siempre en la memoria de los presentes. Comenzó a las nueve de la noche y durante dos horas, por el Teatro desfilaron unos artistas locales que recordaron a Carlos con coplas, bailes, canciones pop, palabras o clásicos del repertorio patrio, como el muy aplaudido y canturreado desde las butacas ‘Mi gran noche’ de Raphael. Igualmente intenso y emotivo fue el ‘A mi manera’ que abrió la noche, a cargo de la Hermandad del Rocío de nuestra ciudad: “Lo conocí en 1975 y lo recuerdo siempre con mucho cariño. Era, más que un amigo, un verdadero hermano”, dijo, casi con voz quebrada, Juan Antonio García Ponferrada, el hermano mayor. Emoción que volvió a palparse en el ambiente cuando se escuchó el hermoso pasodoble que Francisco Jiménez, ‘Chiki’ ha compuesto en honor a su amigo Carlos y que servirá para recordarle para siempre. Durante el espectáculo hubo también ocasión de ver al homenajeado a través de fotografías proyectadas sobre un telón gigantesco y que sirvieron para sentirle aún más cerca, acertada decisión de los organizadores, a cuyo frente se ha situado la figura de Blanca Vallejo, amiga de Carlos y de su viuda, quien estuvo presente en el acto, al igual que las primeras autoridades de la Ciudad, con Juan Vivas sentado en la primera fila, disfrutando con cada artista. Así, entre canción y canción, baile a baile, palabras tras palabras, y llantos, ‘olés’ y aplausos, la noche fue llegando a su fin y con ella un homenaje que se celebró en el Teatro Auditorio del Revellín pero que, en realidad, llegó también hasta la eternidad: o sea, hasta el cielo, donde descansa.