Ellos también han cumplido con lo que supone ya una tradición. Unos menores marroquíes acogidos en el centro de La Esperanza, en representación de todo el colectivo, han entregado un ramo de flores al Señor de Ceuta, al Cristo del Medinaceli, que ha iniciado su traslado esta tarde desde el Príncipe.
Los chicos de La Esperanza han mantenido viva esa tradición que, con el tiempo, “se ha convertido en un hermoso símbolo de integración y respeto”, explican a este periódico desde el centro de acogida.
Así, al pasar por la puerta de la instalación que funciona a modo de albergue para estos jóvenes, ubicada en pleno corazón de la barriada de Hadú, los chicos han entregado al Cristo de Medinaceli un ramo de flores, “sencillo pero lleno de significado”, puntualizan.
Algo más que una ofrenda
No se trata de una mera ofrenda, es algo más. Algo que forma ya parte de un gesto de respeto que se quiere tener desde ‘La Esperanza’ hacia el Señor de Ceuta.
“Es una muestra de respeto hacia una de las imágenes más queridas por los ceutíes y también un puente entre culturas que acerca a estos jóvenes, muchos de ellos de origen musulmán, a las tradiciones de la tierra que hoy los acoge”, explican a este periódico.
Un momento muy especial
“Para los chicos es un momento especial”, detallan. Y es que no solo participan de uno los actos más venerados en Ceuta, sino “que sienten que forman parte de algo más grande: una comunidad que los incluye, que los acompaña y en la que empiezan a encontrar su lugar”.
“La ofrenda también se convierte en un deseo silencioso de buena suerte para el futuro, un pequeño acto cargado de esperanza y de ganas de construir un nuevo camino”, resaltan desde ‘La Esperanza’.
Este centro de menores sigue apostando por iniciativas como esta, ya que “ayudan a fortalecer los lazos con el entorno y a construir puentes de convivencia y entendimiento. Porque son estos pequeños gestos los que, día a día, tejen una sociedad más unida y cercana”.
Trabajo constante
El equipo de trabajadores del centro La Esperanza tiene claro su cometido, que incluye que estos menores aprendan también de las tradiciones existentes en la tierra que les ha acogido, pudiendo incluso participar de las mismas con gestos como el de esta tarde.
Hoy, con respeto, han hecho entrega de este ramo al Medinaceli, un ramo especial que se ha sumado a las flores que, desde el inicio del traslado, han sido entregadas en todo el trayecto hacia la casa de hermandad.
Esta tarde se ha vivido especialmente en ‘La Esperanza’, pero atrás quedan otras participaciones destacadas, otras colaboraciones como las que han hecho estos chicos con carreras importantes como fue la de la Cuna de la Legión o las que cumplen de forma habitual con las celebraciones que tienen lugar en Ceuta.
Acogida
Aquí llegaron y encontraron la acogida, dejando atrás Marruecos. Aquí intentan aprender español y conocer oficios que les pueden servir en ese avance en la integración.
Los menores marroquíes encuentran en el centro de La Esperanza el hogar perdido después de haber cruzado a nado los espigones o la frontera. Dejaron familia y, en muchos casos, amigos.
Hoy han querido estar en uno de los momentos más importantes para Ceuta, en ese traslado en el que se le presta devoción y entrega al Cristo del Medinaceli, el Señor de nuestra ciudad.
Con respeto ese ramo de flores ha simbolizado el gesto de unos chicos que buscan esforzarse para demostrar a Ceuta el cariño que se le da y devolver el respeto.
Enésima patochada pagada con fondos publicos
Se nota que es un paripé porque está gente son de otra religión