El presidente de la Federación Real Marroquí de Fútbol (FRMF), Faouzi Lekjaa, ha compartido su ilusión de ver a Marruecos disputar la final del Mundial de 2030 contra España. Y no en cualquier sitio: en el estadio de Casablanca.
Así lo expresó durante su intervención en el Congreso Internacional del Fútbol (WFS), que se está celebrando en Rabat, en la Universidad Politécnica Mohamed VI. Entre risas y aplausos, Lekjaa soltó su deseo ante decenas de asistentes: “¡Por qué no una final entre Marruecos y España en Casablanca!”.
Esta afirmación no fue solo una ocurrencia. Casablanca y Madrid compiten por acoger el partido más esperado del torneo: la gran final de un Mundial que será especial por muchos motivos.
Un torneo que une continentes
Lekjaa recordó que esta edición del Mundial será única, ya que reunirá a países de dos continentes diferentes: África y Europa. Marruecos, España y Portugal serán los principales anfitriones del evento, aunque el campeonato arrancará con algunos partidos en Sudamérica.
Argentina, Uruguay y Paraguay acogerán los partidos inaugurales en homenaje al centenario del primer Mundial de la historia, que tuvo lugar en 1930. Esta fusión de regiones es, para Lekjaa, una oportunidad histórica.
“Este Mundial servirá para refrescar la memoria de los jóvenes sobre el patrimonio común que une las dos orillas del Mediterráneo”, afirmó el dirigente marroquí.
Más que fútbol: una apuesta por el futuro
Para Marruecos, organizar el Mundial no es solo una cuestión de prestigio deportivo. Lekjaa destacó que el país ya lleva tiempo trabajando en mejorar su infraestructura y sus servicios, con independencia de haber sido elegido como sede.
“Marruecos, con o sin Copa del Mundo, tiene una hoja de ruta desde hace 25 años”, explicó. Según detalló, los proyectos de modernización de aeropuertos y redes ferroviarias ya estaban en marcha, aunque el torneo ha ayudado a acelerar algunos planes.
Además, Lekjaa subrayó el compromiso de su país con el desarrollo del deporte y de su juventud. El Mundial será una plataforma para que muchos jóvenes puedan “mostrar y desarrollar su talento”, tanto dentro como fuera del campo.
Marruecos quiere ser una referencia deportiva
Durante el congreso, el presidente de la federación insistió en que el objetivo de Marruecos es convertirse en un referente del fútbol, incluso después del Mundial de 2030.
“Marruecos quiere ser una tierra de encuentro para la práctica del fútbol”, dijo. El país espera seguir atrayendo eventos, talento y colaboraciones que vayan más allá de esta cita puntual.
El ambiente en el congreso fue de entusiasmo. La ilusión por organizar un Mundial conjunto con dos países europeos está calando en todos los niveles. Marruecos quiere mostrar al mundo su capacidad, no solo como anfitrión, sino como actor clave en el futuro del fútbol internacional.
España también quiere la final
Por parte de España, también hay propuestas firmes para que la final del Mundial de 2030 se juegue en casa. El embajador español en Marruecos, Enrique Ojeda, aseguró que su país está trabajando “codo con codo” con Marruecos y Portugal para que el torneo sea un éxito total.
“Va a ser una Copa del Mundo muy exitosa a todos los niveles”, afirmó Ojeda, al tiempo que destacó que organizar el campeonato representa “una gran oportunidad y un gran desafío”.
El embajador español también dejó claro que España tiene estadios de talla mundial preparados para acoger la gran final. En concreto, mencionó el Santiago Bernabéu de Madrid y el futuro Camp Nou de Barcelona como posibles sedes.
Una decisión aún por tomar
Aunque aún no hay una sede confirmada para la final, está claro que tanto Marruecos como España la desean. Casablanca y Madrid lideran la carrera, cada una con sus argumentos y con el respaldo de sus federaciones.
Lo que sí es seguro es que el Mundial de 2030 será diferente a cualquier otro. No solo por la distribución geográfica, sino por el simbolismo que conlleva unir tres continentes y celebrar 100 años de historia del fútbol.
Mientras se toman las decisiones finales, las ilusiones están más vivas que nunca. Y entre los sueños de Faouzi Lekjaa y los planes de España, Ceuta también estará muy atenta a lo que ocurra. Porque este Mundial, aunque no se juegue aquí, también se sentirá muy cerca.