El traslado del Señor de Ceuta es uno de los actos de la Semana Santa que mayor atracción genera entre los ceutíes, encargados, año tras año, de mostrar su fervor. Y ayer no podía ser menos, miles de ceutíes acudieron hasta el barrio del Príncipe para contemplar la salida del Medinaceli desde la iglesia de la barriada hacia su casa. Es una de las estampas más bellas de esta Semana de Pasión y que mayor querencia tiene entre la ciudadanía. Comienza así un periodo de reflexión, de entrega, de arte, de religiosidad y de tradiciones que se ponen en marcha con el miedo que se siempre se tiene hacia una meteorología encargada de poner la nota de la incertidumbre. Hoy, Domingo de Ramos, toca la Pollinica y por delante queda todo un calendario de procesiones, de vivirlas en la calle, de aprender de ellas y de saber respetarlas. Querencias que ayer se dieron la mano en el traslado del Señor de Ceuta, con toda Ceuta volcada y con esa barriada del Príncipe entregada y respetuosa.