El pasado jueves saltaron las chispas en el despacho del jefe superior de Policía a la hora de preparar una foto durante la visita de la delegación de Frontex a nuestra ciudad.
Las redes sociales y foros de policías nacionales y guardias civiles eran ayer una auténtica bomba. “Tienen el vídeo hasta en comandancias y comisarías de la península”, aseguraban a este medio. Y ese vídeo no es otro que una parte de la fría y hasta descortés conversación que se mantuvo en el despacho del jefe superior del CNP el pasado jueves, con motivo de la visita de una delegación de Frontex a Ceuta. “En mi despacho mando yo”, asevera visiblemente enfadado Alfonso Sánchez, antes de echar de su despacho a la prensa citada por él mismo para inmortalizar la foto del encuentro, en la que debería aparecer él, la responsable de Frontex y un mando de la Benemérita. Una foto que nunca se hizo, una foto rota que muestra que las relaciones entre ambas fuerzas no marchan del todo bien a pesar de que el delegado del Gobierno escenificara hace meses que esto no era así, aseverando a los medios que cada semana habría una reunión de mandos para limar asperezas. De esas citas nunca más se ha sabido.
¿Pero qué pasó en el despacho de Sánchez o, mejor dicho, antes?
Los ánimos en la Benemérita estaban crispados desde 24 horas antes, cuando en Algeciras se rompe la agenda pactada en torno a la visita de la delegación de Frontex cursada a petición del representante español de esta agencia europea de Fronteras.
La Guardia Civil sufre ahí los primeros derrapes hacia la cuneta. Después llegaría Ceuta. Con una agenda planificada de visitas, el teniente coronel de la Jefatura de fronteras de Madrid, caballa de nacimiento, se queda en el puerto junto al jefe accidental de la Comandancia. Esperaban la llegada de la delegación pero ese encuentro nunca se produjo porque la jefa de Frontex fue trasladada directamente a Jefatura.
A la sede de Colón acudiría una comitiva de la Benemérita con la sensación de ser rechazada aunque la competencia de fronteras sonara demasiado entre sus componentes.
La jefa de Frontex les esperaba y les invitó a pasar al despacho de Sánchez en donde estallaría la tensión ante la mirada sorprendida de los presentes. El teniente coronel de la Jefatura de Fronteras desplazado a Ceuta consideró que la responsable de Frontex debía, por cortesía, ubicarse en medio de la imagen preparada por Alfonso María Sánchez en un despacho en el que había un buen número de guardias civiles, algo que no era ya del agrado del jefe superior que apostaba por estar él en el centro. Las palabras dieron paso al corte del mandatario policial que se ha terminado convirtiendo en estrella de todos los chats bajo el título 'Las formas del jefe': “En mi despacho mando yo. No hay foto”.
Lo que no se sabe es la impresión de la responsable de Frontex ante una imagen esperpéntica. Nadie se fue del despacho a petición de la fémina y la visita siguió desarrollándose con la normalidad encorsetada en un protocolo en el que, de nuevo, las formas vuelven a dejar en evidencia a la cúpula policial.
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