El usuario de la sanidad pública tiene que preparar la cartera. El Ministerio de Sanidad publicó la semana pasada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una resolución que incluirá el copago de hasta un total de 4,2 euros de los medicamentos de las farmacias hospitalarias a partir de octubre, es decir, el próximo martes. Solo queda una incógnita, ¿qué sistema se utilizará para que los pacientes desembolsen el importe?
En estos momentos, la Administración estudia cómo se abonarán los medicamentos destinados a enfermedades crónicas o graves como varios tipos de cáncer, VIH o hepatitis C. Aunque aún no hay nada confirmado, según pudo saber este periódico, todo apunta a que el paciente, una vez el médico le dispense la receta del medicamento en cuestión, deberá dirigirse al departamento de contabilidad a abonar el porcentaje que corresponda del medicamento que será de un 10 por ciento, pero sin superar 4,20 euros. Una vez abonado, lo recogerá en la farmacia del centro hospitalario.
Por su parte, el Sindicato de Enfermería, SATSE, rechazó ayer este copago de ciertos fármacos que se dispensan en los hospitales de forma ambulatoria, al entender que se trata de una medida “injusta, poco útil y que puede repercutir negativamente en el proceso de cuidado y tratamiento de los pacientes afectados”.
Esta representación de los trabajadores entiende que cobrar por estos fármacos para enfermedades, como el cáncer, la esclerosis múltiple o la hepatitis C, “no va a cumplir ninguno de los dos principales objetivos que se le supone, el recaudatorio y el de racionalización en su uso”. En este sentido, apunta que la recaudación que se va a obtener es “inapreciable” en el total del presupuesto sanitario y, además, este tipo de fármacos ya tienen una serie de “controles muy estrictos que impiden el abuso”.
Se trata, a juicio de SATSE, de una nueva barrera que dificultará el acceso a medicamentos necesarios a los sectores de la población con menos recursos económicos.