Andrés Carrera será uno de los que hoy reciba la Medalla de la Autonomía a título póstumo. Me hubiera gustado verlo subir al escenario del Revellín y sentirse protagonista de un reconocimiento más que merecido. Merecido como lo es para todos los que esta tarde serán homenajeados en el acto del Día de Ceuta, pero perdonen si hago este destacado para Andrés, porque ‘El Maño’ era mi amigo, porque era una persona a la que apreciaba, un buen profesional, un valiente al que no le importaba defender a los suyos contra viento y marea. Andrés era único.
Sus hijas mantienen vivo el recuerdo y hoy sentirán más cerca que nunca la respuesta de muchísimas personas que apreciaban a su padre, porque se ganó el cariño de todos nosotros. Me enorgullece que se haya acordado la entrega a título póstumo de la Medalla de la Autonomía, que viene a significar la lucha de un hombre humilde que consiguió, entre otros logros, sacar adelante la escuela de policías que lleva su nombre.
Cuántos secretos se habrá llevado Andrés para siempre, cuántas luchas, cuántas peleas en la frontera, cuánto trabajo por conseguir que las autoridades políticas tuvieran en cuenta lo que pasaba en aquel paso fronterizo con los porteadores. Su torrente de voz en aquellas declaraciones que nos ofrecía no pasaba desapercibido para nadie. Siempre valiente, siempre luchador, aunque tuviera presiones -porque las tuvo- de las más altas instancias. Andrés no se arrugaba ante nadie, ni mucho menos cuando, a través de las siglas del SUP, tenía que protestar por la situación que atravesaban los policías o por el estado de las infraestructuras y la tensión que era vivida, a diario, en cada servicio.
Yolanda y Mª José, sus dos hijas, sus dos tesoros, están juntas y unidas en esta vida para mantener vivo el recuerdo de su padre. Se llevan el cariño que muchos le teníamos porque Andrés era único, era especial, era un sindicalista peleón cuando esas peleas eran complicadas, cuando había que trabajar en la clandestinidad. Y no solo luchaba por su sindicato, ayudó también a otros, incluidos a los luchadores de la Guardia Civil que sacaban adelante aquella mítica Coproper 6J.
Hoy ‘El Maño’ estará contento de ver a sus hijas felices por recoger el reconocimiento mayor que le podía dar este pueblo. Su historia perdura en el recuerdo de muchos, de los que le hemos conocido y apreciado. Enhorabuena, Andrés.