‘A tu lado’ es la canción que más le gusta tocar en directo a Álvaro Urquijo, vocalista y guitarrista de Los Secretos, el grupo de pop rock madrileño nacido en los 80 y que lleva ya 33 años en la carretera. “Disfrutamos interpretándola pero nunca estuvo dentro de los recopilatorios o fue objeto de promoción. Solo tuvo el apoyo del público”, reconoció el cantante en el encuentro con los periodistas previo al concierto que ofrecieron anoche en las Murallas Reales.
Los Secretos deleitaron a un público numeroso con un repertorio cercano a los 30 temas y en el que sonaron clásicos como Agárrate fuerte a mí, María.
–Como dijo en rueda de prensa, se siente ilusionado porque les llamaron para este concierto.
–Cuando vas a algún lugar, tiene que haber alguien que te facilite las cosas ya sea una sala, un teatro o un Ayuntamiento, como en este caso. Los Secretos estamos bastante vivos pese a la crisis porque desarrollamos un sistema de trabajo muy parecido al establecido con anterioridad: vamos como empresarios de tantas compañías de teatro que lleva a su propio equipo, con su forma de actuar y con esa garantía intentas sacar más trabajo al año, unas veces en aforos más grandes y otras veces en otros más pequeños. Vivimos una época en que terminar la gira en Madrid ya no significa cantar para 17.000 personas, ahora son 2.000 ó 3.000. Sería triste que fuéramos solo nosotros, pero es que hay grupos que ni tan siquiera empiezan esa gira que podrían terminar en Madrid, aunque sean de la ciudad.
–¿Cómo afecta la crisis a la música?
–Es un problema que engloba a la música, la cultura, el teatro, el cine... Además, en las decisiones políticas que se han tomado a la hora de subir los impuestos, no han pensado más que en la macroeconomía y en la troika. Se han olvidado de que el país no es solo economía, que de nada sirve que salgamos de la crisis si vamos a salir peor parados con una cultura y una sanidad devaluadas. Prefiero seguir en crisis y, cuando la abandonemos, lo hagamos con las mismas condiciones. No es tan caro mantener la cultura, la sanidad o la educación, pero es una cuestión de vocación e intención. Mientras, la política macroeconómica se dedica al armamento y a las conciliaciones con energéticas o a la compra de combustible. Eso no se toca, pero las renovables están en entredicho por su rentabilidad. Está claro que en un país como el nuestro o confiamos en las nuevas tecnologías y nos convertimos en un lugar más tecnológico, cultural y atractivo para el mundo, o hacemos un país que responda a todos los cánones de la economía internacional pero vacío de cultura, médicos, científicos y gente realmente importante.
–¿Cuál es el secreto de su grupo para perdurar tantos años?
–Haciendo bien las cosas, con pundonor profesional y, sobre todo, si hay personas que lo captan y te siguen. El secreto está en el público. Sin público no haces un segundo ni tercer disco y mucho menos 33 años de carerra. Los artistas que, desde que yo era muy joven me hicieron aficionarme a la música primero y luego ser músico, siguen tocando: Jackson Brown, los Eagles, Neil Young, Van Morrison y Johnny Mitchell. Y así, te podría decir hasta 70 nombres de carrerilla que siguen en activo y, los que no lo están, se han muerto por enfermedad, por accidentes... Hay que preguntar a aquellos que no son como nosotros, quienes no están 33 años tocando y que empezaron en los 80. ¿Tú por qué te separaste o por qué no seguiste componiendo canciones tan buenas como ésta? Cuando alguien no mantiene un grupo durante mucho tiempo, es porque se han peleado por el dinero o por quién compone las canciones, es decir, han antepuesto temas nimios y mundanos a la propia profesionalidad y la música, lo que para nosotros ha sido muy importante.
–La trayectoria de su banda tampoco fue un camino de rosas...
–En la música se sigue. En muchísimas bandas extranjeras que hubo problemas por la muerte del cantante o del guitarrista, también continuaron. Si en la música existe una retroalimentación con el público, no tienes que cortar por lo sano. Vivimos por y para la música y desde tan jóvenes que no sabemos hacer otra cosa. Creemos en lo que hacemos y lo hacemos bien. Cruzamos los dedos para que la gente mantenga un gusto musical parecido al nuestro, porque nosotros nunca traicionaremos nuestras propias creencias y siempre haremos lo que nuestro corazón nos dicte.
–¿Es complicado adaptarse a los nuevos tiempos?
–El gran error de muchas bandas y compañías discográficas es que se han estado actualizando y adaptando a los tiempos demasiado. No ha dejado que cada grupo desarrolle su carrera, su público y su forma de hacer. ¿Qué ocurre? Que ves a grupos que en cada época pasada hicieron un estilo distinto: techno, disco, reggae... Los Secretos hemos hecho nuestro sello personal, lo hemos creado a través de lo que hemos aprendido de otros maestros y luego hemos formado un ente reconocible y unas canciones que se sostengan en ese formato musical. Eso ha sido nuestra vida, pero mucha gente ha estado pensando solo en ganar dinero.
Otras declaraciones
IVA y descargas incontroladas
Efectos que perjudican a un país “muy creativo”
Críticos con la subida del IVA y la descarga de música de forma gratuita a través de internet, Urquijo considera que en un país como España la “cultura siempre ha sido una identidad, algo que hay que cultivar y no que castigar”. “Yo siempre lo he dicho: si hay que mostrar nuestro planeta en una convención de planetas habitados, ¿qué enseñaríamos? ¿A nuestros banqueros, a Wall Street? Yo creo que deberíamos presentar a nuestro Goya, Velázquez, a la música o el deporte”.
Soluciones a la crisis
Confianza en el público y en su criterio
“Tiene una solución sencilla y no se encuentra en los políticos ni en la economía. Está en las personas y en sus ganas de disfrutar del cine, el teatro y toda la información sin censura”, subrayó Urquijo. Para finalizar, agradecieron a la Ciudad Autónoma que contara con ellos para el cartel de los conciertos del verano. La banda, en su cuenta de Facebook, colgó ayer los dos artículos publicados en este periódico con motivo del concierto.