Niega tener constancia de un informe al respecto, pero reconoce su implicación en hechos delictivos.
Nicolás Fernández Cucurull negó ayer que la Delegación del Gobierno tenga constancia de un informe, presuntamente elaborado por la Policía Nacional, el cual concluye que los menores extranjeros no acompañados del centro de La Esperanza (MENA) serían culpables de más del 50 por ciento de los hurtos cometidos en Ceuta.
No obstante, matizó el delegado del Gobierno, “sería faltar a la verdad decir que los MENA no intervienen en muchos hechos delictivos, porque eso sucede desgraciadamente, pero se debe castigar a los que cometan el delito, no a todo el colectivo”.
El “hecho fronterizo” tiene repercusión directa en muchas materias, reconoció el titular del Gobierno de la Plaza de los Reyes, entre otras, la relativa a los MENA. “No se puede criminalizar a ningún colectivo porque esos hechos los cometen personas concretas con nombres y apellidos y que, en base a eso, actúa la Policía y, por supuesto, la Justicia. Ir más allá no es razonable”, planteó el delegado del Gobierno a preguntas de los periodistas congregados con motivo de su visita al Hospital
El contexto fronterizo, reiteró Fernández Cucurull, tiene influencia en la ciudad en varios campos y, el de los MENA, es uno de ellos derivado de la situación limítrofe con un “país con unas condiciones de vida muy distintas a las nuestras”.
El desconocimiento en torno al supuesto informe también es compartido por la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Ceuta, que dijo saber nada sobre esta compilación de datos, según pudo conocer este periódico. El delegado del Gobierno aclaró que este Cuerpo de seguridad investiga los delitos cometidos para tratar de averiguar quiénes han sido los causantes.
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