El Centro de Distribución de Ayuda Básica ‘Virgen de África’ de Cáritas lleva a cabo una encomiable labor de ayuda a las personas más necesitadas, que son muchas, más aún con la pandemia. Han organizado un sistema para atender a todos aquellos que no llegan a fin de mes y que necesitan una ayuda para lo más básico. Cerca de 50 voluntarios posibilitan que el proyecto funcione de manera adecuada y que las familias que necesitan de esa ayuda la obtengan sin problemas. El ejemplo que con su labor lleva a cabo Cáritas es digno de ser tenido en cuenta y digno de ser valorado. Porque no siempre se repara en esa labor callada de quienes, detrás de una entidad social, hacen posible que el proyecto funcione y hacen posible que familias necesitadas lo estén menos. Y con ‘necesitadas’ aludimos a cualquiera, porque quien hoy está bien económicamente mañana puede no estarlo y puede verse sin lo más básico para subsistir. Por eso encontrar una mano amiga, encontrar a alguien presto a resolver problemas acuciantes, encontrar entidades que funcionen -como lo hace Cáritas- no solo es digno de ser destacado sino que demuestra la fuerza del tejido social en Ceuta y el adecuado funcionamiento interno de asociaciones que han sabido hacer frente a situaciones adversas. Y como la del covid ninguna, porque nunca podríamos haber pensado en una situación tan delicada que diera al traste con proyectos y planes, hasta el punto de poner en riesgo no solo a muchas familias sino los empleos que las mantenían. Colaboración, ilusión, trabajo y esperanza integran la buena labor de una entidad que está donde debe.