Los datos acompañan para dibujar una situación mejor en cuanto a número de contagios asociados al covid. A la vuelta está la anulación del estado de alarma y las herramientas de las que podrá echar mano la Ciudad para dictar nuevos decretos que ayuden a seguir controlando la situación dentro de los márgenes posibles. En esas se está, manejando datos buenos en cuanto a menor número de contagios, situación aceptable en los colegios y bajada de la incidencia acumulada. En lo que nada mejora es en el ámbito hospitalario, con presión en la UCI y en el clínico de Loma Colmenar y con muertes. Ayer conocimos dos, la semana pasada fueron 4. Y lo peor de todo, quedan muchos casos graves en el Hospital, algo sobre lo que ha advertido el propio Ingesa. Son datos a tener en cuenta de cara a este nuevo escenario que se plantea en donde urge responsabilidad y en donde debe imperar la prudencia. El egoísmo no conduce a nada bueno y aquí el cuidado debe ser colectivo, no mirar hacia la salud de unos pocos sino al global de todos, aunque para ello se deban sacrificar muchos de los hábitos contenidos que ahora quieren salir a relucir. Hay que dar los pasos lentos, sabiendo por dónde pisamos y evitando males mayores como los que pueden avecinarse. Estas muertes de vecinos y vecinas de Ceuta (110 en lo que llevamos de pandemia) no deben ser pasadas por alto, deben ser tenidas en cuenta porque fueron víctimas ellas y ellos, pero lo siguen siendo sus familias que deben aprender a vivir con sus ausencias.