La Ciudad ha tenido que poner remedio en el ascensor de La Ribera para evitar los actos vandálicos que día sí y día también provocaban que estuviera fuera de servicio. Se trata de un recurso que ayuda a las personas de movilidad reducida a poder ir a la playa, pero a causa de estos actos incívicos, muchos se quedaban sin esa posibilidad.
Finalmente, el Gobierno local ha enrejado las puertas del ascensor, evitando así que puedan destrozar, como ya lo han hecho antes, las puertas metálicas o los botones del aparato en las horas donde no cuenta con vigilancia. Una medida que ha tenido un coste, al igual que los 4.000 euros de gasto no contemplado que se ha tenido que invertir para reparar los sucesivos daños provocados por los vándalos.
No es justo para la ciudadanía de Ceuta, para la gente cívica que sólo quiere disfrutar cómodamente de la playa, que por culpa de un grupo de energúmenos tengamos que costear, porque ese dinero sale de nuestros bolsillos, los daños que causan con sus actos.
¿Acaso pensarán en las personas con movilidad reducida que se quedan sin poder ir a la playa por esta causa? O las familias que deben cargar con todos los bártulos propios que acarrea ir a la playa con los más pequeños.
No es justo que haya gente así en nuestra ciudad que tenga ese desprecio a nuestro patrimonio, el que nadie nos regala, el que nosotros pagamos con nuestros impuestos.