La evolución de los niveles de cotizantes a la Seguridad Social por secciones de actividad en Ceuta durante los últimos cuatro años, desde diciembre de 2019, cuando se había marcado el anterior récord histórico de afiliados, hasta el pasado mes de noviembre, cuando se superó aquella cifra por primera vez, constata un cambio de paradigma económico que las administraciones deben escrutar al detalle para apoyar a los sectores con mayor potencial de crecimiento y para ayudar a aquellos que peor lo están pasando por la caída del turismo de compras procedente de Marruecos, por ejemplo.
Durante este cuatrienio se ha registrado un gran aumento del número de trabajadores de alta en ámbitos como los de Educación, Sanidad, Actividades Recreativas o la Construcción. Su pujanza ha sido capaz de compensar la enorme pérdida que se ha dado en el Régimen Especial de Empleadas de Hogar (sobre todo de trabajadoras transfronterizas) y los del Comercio o la Hostelería, así como en el de autónomos.
El peso del sector público en la ciudad es un elemento histórico seguramente imprescindible, pero la administración debe saber aprovechar su fuerza para incentivar al tejido productivo, así como reforzar las propuestas formativas que permitan a la población con menos cualificación superar la destrucción de nichos de empleo para los que apenas se requería formación alguna, pues si no su exclusión laboral podría ser irreversible.