El nombre de esta empresa de catering, Dulcinea, empezó a sonar en Ceuta tras la amenaza de los trabajadores de las comidas del CETI de ir a la huelga a causa de los retrasos de su paga extraordinaria en el mes de julio. Pero no se trata de un caso aislado, esta empresa ha sido denunciada por varios colectivos de trabajadores que alegan tener el mismo problema: falta de pagos.
El conjunto que realiza las labores de hostelería en la Residencia de Tiempo Libre en Siles, Jaén, acaba de unirse a la lucha de los del CETI, han anunciado movilizaciones si no se aclara su situación que, en la misma línea, denuncian el retraso de sus nóminas de manera continuada desde hace aproximadamente un año. “A veces es el día 5, otras veces el 8, pero hemos llegado a cobrar el día 20”, ha lamentado uno de los trabajadores. Su caso ha pasado en dos ocasiones por el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía (Sercla), una el 4 de junio y otra el 20 de julio de 2019. En ambas ocasiones se resolvió el conflicto con el compromiso de los responsables de abonar todos los retrasos.
Según ha explicado el delegado de los trabajadores de este centro en Jaén, la publicación en medios del incidente en en Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta y de otros casos similares, les ha llevado a una situación “de alarma” que está generando que los colectivos de trabajadores de Dulcinea Nutrición de toda España se alineen y unan fuerzas para denunciar su mala praxis. Por su parte, este miércoles 14 de agosto han organizado otra reunión con el sistema de mediación de la Junta de Andalucía, y si en esa jornada “no reciben una solución que les satisfaga”, iniciarán una huelga en los días siguientes. Ese parón podría coincidir con el que los empleados del servicio de comidas del CETI han anunciado para el día 19 de agosto a las puertas de la Delegación de Gobierno en Ceuta.
El caso más mediático y que probablemente recuerden fue el que apareció en un programa de Alberto Chicote, ‘¿Te lo vas a comer?’ de La Sexta hace un par de meses. En esta entrega, el famoso cocinero denunció la pésima calidad de la comida que se ofrecía a los soldados en el Cuartel de Camposoto en Cádiz. Los militares mostraron grabaciones que ellos mismos habían hecho en el comedor, donde se quejaban de la escasez de comida de calidad, el abuso de productos ultra procesados, la escasa aportación de nutrientes y una de las escenas más sonadas del programa: moho, cucarachas y gusanos en las bandejas de comida. Detrás de esas situaciones estaba, una vez más, Dulcinea Nutrición.
A pesar de todos estos escándalos, esta empresa también obtuvo la licitación del servicio de cafetería de Moncloa, responsabilizándose de abastecer ruedas de prensa oficiales, consejos de ministros y demás eventos de carácter institucional. Sus trabajadores también han denunciado el retraso de sus nóminas. El pasado mes de junio, la treintena de trabajadores se movilizaron por la situación de inestabilidad que ya se había convertido en habitual. “Aquí estamos siempre preguntándonos cuándo cobraremos, la gente está desmoralizada”, contó a los medios el portavoz del comité de empresa de este servicio en Moncloa.
Sin respuestas
La empresa no ofrece ninguna explicación a sus trabajadores de Ceuta y los de la Residencia de Jaén tampoco han recibido noticias, ambos colectivos se preguntan, una vez más, cuándo cobrarán lo que les corresponde, sus sueldos. Además, lanzan varias incógnitas sobre la licitación de los respectivos servicios esta sociedad. “¿Por qué siguen dando licitaciones a una empresa que da tantos problemas?, ¿por qué no hay un sistema de sanciones para las empresas que sean reincidentes en los retrasos?, ¿no es posible retirar la contratación a esta empresa?”.
Su lucha sigue activa desde hace meses y su única premisa es poder garantizar un servicio de calidad y eso, como en todos los trabajos por cuenta ajena, pasa por recibir un salario justo a cambio del desempeño de sus labores.
Responsable?
LA ADMINISTRACION
Sin ningun genero de dudas, por contratar empresas sin garantias y a la "baja temeraria", sin tener en cuenta las consecuencias.