La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) ha aprovechado la celebración del Día de las Fuerzas Armadas para denunciar el “abandono y precariedad” que sufren miles de militares y volver a reivindicar sus demandas al Ejecutivo nacional.
Según reclama la entidad, del compromiso de alcanzar el 2% del PIB en gasto de Defensa para 2025, una medida que inyectará 10.471 millones de euros adicionales a la institución, el 35% se destinará a mejorar las condiciones laborales, la preparación y el equipamiento, incluyendo 679 millones de euros para un supuesto aumento de retribuciones y efectivos.
Sin embargo, a pesar de estas cifras prometedoras, la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) expresa serias reservas sobre el impacto real de esta inversión en la vida diaria de sus miembros.
Es por ello que denuncian la opacidad del Ministerio de Defensa y que la “persistencia de graves deficiencias profesionales y retributivas generan una creciente frustración”.
Demandan la clarificación de las partidas y conceptos
En este sentido, desde ATME explican que, en repetidas ocasiones, han solicitado, sin éxito, una clarificación detallada de las partidas y conceptos que componen el supuesto aumento de retribuciones.
Asimismo, expresan que existe una “gran incertidumbre” sobre si los 368 millones de euros ya aplicados recientemente, que supusieron un aumento lineal de 200 euros brutos para los militares, están incluidos en esta nueva asignación.
Además, explican que el anuncio de un incremento de efectivos choca con la realidad, ya que el tope de personal de tropa y marinería está legalmente fijado en 79.000 efectivos en la Ley de Presupuestos Generales, “por lo que un aumento requeriría una modificación legislativa que no parece viable en el ejercicio actual”.
Para ATME, la política retributiva actual es “claramente insuficiente”, estimando que para garantizar unos salarios dignos se necesitarían al menos 1.123 millones de euros anuales adicionales para una reforma integral de los complementos de empleo y específicos.
Es que por ello que la asociación urge a la modificación del Reglamento de Retribuciones Militares, vigente desde 2005, para adecuarlo a las necesidades actuales.
Se sienten desatendidos
Más allá de las cifras, exclaman que la situación profesional de los militares y, en especial, de la Escala de Tropa y Marinería “es insostenible”. Es por ello que relatan que estos profesionales, “que asumen la obligación de defender a España incluso con el sacrificio de su vida”, se sienten completamente desatendidos.
“La gran mayoría de la tropa y marinería debe abandonar las Fuerzas Armadas a los 45 años, lo que les aboca a un regreso al ámbito civil donde su servicio prestado no es reconocido”, reclaman desde la entidad.
Además, “a pesar de los innumerables fallecidos y heridos en acto de servicio”, explican que su profesión sigue sin ser declarada de riesgo”.
En este sentido, ATME critica que “el gobierno ignoró una proposición no de ley de la Comisión de Defensa del Congreso para esta declaración, mientras que, en un gesto que aumenta el dolor del olvido, sí aprobó un Real Decreto para anticipar la edad de jubilación en otras profesiones, como la Policía Nacional o la Guardia Civil, excluyendo a los militares”.
Día de las Fuerzas Armadas
Aprovechando la efeméride del desfile del Día de las Fuerzas Armadas, desde la asociación denuncian que este hecho “mostrará a la sociedad una institución mejor dotada y equipada”.
Un hecho que contrasta con la realidad ya que lamentan que “este evento contrastará dolorosamente con la realidad de los miles de hombres y mujeres que desfilarán por sus calles, jugándose muchas veces la vida en el cumplimiento del deber, y cuyas condiciones laborales y retributivas persisten sin una solución integral”.
Asimismo, comentan que la ministra de Defensa, Margarita Robles, goza de una alta valoración, “un mérito que se debe atribuir al trabajo abnegado y sacrificado de miles de militares al servicio de España”.
“No obstante, esta percepción choca con la nula voluntad del Ministerio de acercarse a las asociaciones profesionales, que son la verdadera voz de los militares. Mientras la ciudadanía aplaude el esfuerzo y la abnegación de estos servidores públicos, gran parte de la sociedad permanece ajena a las precarias condiciones en las que trabajan y viven estos militares y sus familias”, finalizan.