Para muchos estudiosos, el mar de Alborán continúa siendo un gran desconocido. Apenas se sabe que esconde esta agua mediterránea, que en los últimos tiempos se ha convertido en el foco de atención para muchos estudiosos. Es por ello que la Universidad de Granada junto al Museo del Mar de Ceuta está celebrando el curso de verano que lleva por nombre ‘Biogeografía del Mar de Alborán: conservación y gestión de la biodiversidad litoral’.
Alrededor de 60 alumnos se han congregado en la mañana de este lunes en el campus universitario de la UGR para participar en las actividades que se alargarán hasta este próximo miércoles. Desde entonces, se concatenaron una serie de ponencias provenientes de arqueólogos, geólogos y paleontólogos, así como talleres más prácticos. Distintos saber que se convierten en piezas de puzle para dar forma a todo este mosaico del conocimiento.
Reafirmando la dinámica de la conferencia, la primera de todas ellas ha sido ‘Influencia del pasado geológico en la biogeografía del Mar de Alborán’ que ha venido de la mano de Juan Carlos Braga Alarcón, docente del Departamento de Paleontología de la Universidad de Granada. El objetivo principal ha sido explicar el marco geológico de esta zona del Mediterráneo. “Este mar resulta ser un resquicio de la Tierra tan peculiar como desconocido, y uno de los inconvenientes que se presenta a la hora de investigarlo es el apreciarlo de cerca”, ha explicado.
Esto anterior se debe a su fondo marino que se encuentra comprendido de un relieve de montañas que presentan una altura considerable. Estas se formaron a raíz de la confrontación entre la Placa Euroasiática y la Africana. Los cientos de miles de años han ocasionado este paisaje que a vista de buzo, comentan que debe ser de gran interés para su investigación y conocimiento.
A renglón seguido, Juan Carlos Braga ha añadido que “los procesos convergentes y las conexiones cerradas provocaron que el Mediterráneo siga dependiendo, a día de hoy, del Atlántico. Del mismo modo, ha querido dejar un dato bien claro al público allí presente y es que “el Alborán se conoce a nivel mundial por su distinción con el restos de mares y por su riqueza en cuanto a la biodiversidad, encontrándose numerosas especies endémicas”.
A posterior de esta primera conferencia se ha hecho un descanso de apenas 30 minutos para luego proseguir con una segunda que ha llevado el nombre de ‘Patrones biogeográficos del Mar de Alborán’. El ponente, Julio Peñas de Giles —Departamento de Botánica, UGR—, ha abordado los distintos hábitats marinos que se hayan bajo estas aguas. El público ha quedado interesado por este tema, ya que ha tenido oportunidad de conocer que existen fondos de algas, esponjas, peces y cuevas. Un sin fin variopinto que, hasta este momento, no se le ha puesto la lupa encima.
Historia
La ciudad autónoma ha estado presente en esta primera jornada gracias al coloquio ‘Historia humana de Alborán’. José Manuel Pérez Rivera, arqueólogo de la Fundación Museo del Mar y presidente de la Asociación Septem Nostra Ecologistas en Acción, ha realizado un eje cronológico desde el origen del poblamiento en la zona de Ceuta hasta la época del medievo.
Gracias a los yacimientos prehistóricos de bivalvos, gasterópodos y peces, “nos indican que son recursos importantes y parece que, por aquel entonces, ya se encontraban los primeros gremios de cazadores y pescadores”, ha comentado Pérez-Rivera. Asimismo, manifestó que “el Alborán era un mar rico en alimentos que se destinaba al consumo humano”.
Ceuta se convierte en la puerta de entrada y salida de este mar, además de servir como paso de las rutas de navegación en época romana y etapas posteriores. “Con Roma es cuando se desarrollan las distintas factorías para la recolectas de productos como la harina de pescado, esponjas o púrpura. Estos luego se utilizaban como recursos económicos de mucha importancia”, adiciona el arqueólogo.
Pasado y presente, una historia para contar durante tres días. Los 60 alumnos tendrán la oportunidad de conocer el Alborán desde distintos puntos de vistas. La idea es crear un mapa conceptual, una manera de que este mar no parezca desconocido, indiferente. Conferencias que sirven como clases magistrales, a las que puede acudir cualquiera hasta llenar el aforo de la sala. El campus universitario se llena de sabiduría aún siendo verano. No hay momento de descanso, sino que todo conocimiento es bienvenido.