En su colaboración con España y Portugal para organizar la Copa del Mundo 2030, Marruecos ha lanzado importantes proyectos de infraestructura que incluyen la construcción de estadios, el desarrollo de la infraestructura hotelera, la mejora de aeropuertos, autopistas, hospitales, espacios verdes y medios de transporte.
Estos proyectos forman parte de la visión del Reino para albergar el evento deportivo más grande del mundo y dejar un legado duradero en su infraestructura, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y fortalecer la imagen internacional del país.
Un estudio realizado por la firma "Sogecapital Gestion" estima que el costo total de la organización del Mundial 2030 entre Marruecos, España y Portugal será de entre 15 y 20 mil millones de dólares, una cifra comparable al presupuesto del Mundial 2026, que será coorganizado por Estados Unidos, Canadá y México.
Para Marruecos, se destinarán entre 50 y 60 mil millones de dírhams (aproximadamente entre 5.000 y 6.000 millones de dólares) para organizar 30 partidos en seis ciudades: Casablanca, Rabat, Tánger, Agadir, Marrakech y Fez. Este presupuesto cubrirá una gran variedad de inversiones, desde infraestructuras deportivas hasta la mejora de las comunicaciones y los servicios públicos en las ciudades sede.
De esta cantidad, 25 mil millones de dírhams se invertirán en la construcción y renovación de estadios y centros de entrenamiento entre 2024 y 2030. Además, se estima que los proyectos de infraestructura y redes de transporte, como la modernización de aeropuertos y autopistas, ascenderán a unos 17.000 millones de dírhams. Estos costos serán asumidos principalmente por instituciones y empresas públicas, con la colaboración de inversores privados en algunos casos.
Para financiar estos ambiciosos proyectos, Marruecos recurrirá a una combinación de préstamos bancarios, emisión de bonos locales y préstamos externos blandos, que cubrirán una parte significativa de los costos, aproximadamente 10 mil millones de dírhams.
El estudio también señala el desafío que enfrenta el gobierno marroquí de equilibrar la financiación de estos proyectos con la sostenibilidad de los programas sociales vitales, llamando a la adopción de soluciones de financiamiento innovadoras que garanticen la ejecución exitosa de los proyectos sin comprometer la estabilidad económica y social del país.
Son rentables todas estas inversiones, que le aportan al pueblo, la mayoria no es una sociedad de consumo.