La titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha condenado a dos personas por un delito de estafa mediante la técnica del smishing.
Los acusados han reconocido los hechos y han aceptado 6 meses prisión. Eso sí, la pena se le quedará suspendida a uno de los acusados, J.E.O.G., por un plazo de 2 años, mientras que D.C.V., el otro acusado, por 3 años.
Los dos no entrarán en prisión, pero no podrán volver a delinquir por ese periodo de tiempo. Además, deberán abonar la cantidad de 615 euros de responsabilidad civil de manera solidaria.
Ambos se pusieron de acuerdo para cooperar en ese envío de mensajes de texto de manera masiva a través de dispositivos móviles. Figuraban ser bancos, pero lo que hacían era proporcionar enlaces que redireccionaban a un sitio web controlado por terceras personas encargadas de cometer el fraude.
La cadena delictiva y el reparto de roles
Una cadena delictiva perfecta en la que cada uno desempeñaba su propio rol con el objetivo común de apropiarse de dinero ajeno de manera ilícita.
Al ingresar las credenciales en dicho sitio, las víctimas facilitaban involuntariamente sus datos y códigos de verificación a los autores del delito, quienes, en consecuencia, obtenían un acceso no autorizado a las cuentas bancarias de las personas afectadas.
En un mundo plagado de continuas estafas que se nutren de las nuevas tecnologías, los acusados ofrecieron sus propias cuentas bancarias a los autores de la estafa, permitiendo así la disposición del efectivo obtenido ilícitamente y cobrando una suma determinada por dicho servicio.
Es decir, les facilitaban unas cuentas en donde depositar el dinero sustraído a las víctimas.
La víctima de los hechos
En mayo de 2022, un ceutí recibió aviso en su móvil de un texto que le dirigía a una aplicación muy similar a la de la entidad BBVA.
Se fío, y tras introducir sus datos personales, los estafadores pudieron acceder a su cuenta y hacerse con 615 euros. Ese dinero se transfirió a la cuenta de uno de los acusados, quien, a su vez, la pasó a la del otro.
El smishing es una técnica usada para estafar a quienes pican el anzuelo tendido por quienes se mueven al margen de la ley. Le envían un SMS a su teléfono móvil y al final consiguen obtener datos para acceder a su cuenta. En Ceuta ya son varias las víctimas por un tipo de delito que derivan en su posterior sanción judicial.