Las obras en la
frontera del Tarajal siguen su curso con el objetivo de estar finalizadas a primeros de junio, compatibilizando el tránsito de personas y vehículos a través de un paso que durante más de dos años ha estado clausurado. Esta tarde ha llegado a Ceuta la máquina encargada del fresado del pavimento para, una vez culminen estas labores, poder comenzar con el asfaltado. Las
labores de fresado van a comenzar en el fondo de la fronter a para ir avanzando hacia la parte de la entrada. Mientras tanto se sigue con la adecuación de las casetas y pintado de zonas. Se trabajará sobre los tres carriles que ahora no están en uso para, una vez terminados, hacer lo mismo en los dos que se están empleando, desviando temporalmente a las personas y coches al otro lado. Se actuará desde el puente internacional hasta la entrada.
Es
una labor importante encuadrada en la hoja de trabajos previstos para poder entregar esta actuación. Un proyecto ambicioso repartido en fases para mejorar el aspecto de un Tarajal que no presentaba las mejores condiciones y en donde nunca se había efectuado una intervención tan al detalle como esta. A las
obras en sí de mejora del espacio fronterizo, con retirada de elementos muy antiguos e incluso tercermundistas, se añaden los sistemas de control mucho más especializados que quieren activarse con la instauración de la llamada frontera inteligente y registros documentales más exhaustivos. Unos controles que persiguen, en definitiva, saber qué y quién entra y lo mismo en la parte de salida. Se va a colocar un nuevo parasol para proteger a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y se usará una pintura especial para los carriles tanto de personas como de vehículos.
El paso del Tarajal abrió en la noche del 17 de mayo, justo cuando los relojes apuntaban a las doce, para romper con un bloqueo que duró casi 800 días y que separó a familias, además de evitar cualquier tipo de
relación entre ambos países por su paso terrestre. La siguiente fase de apertura, prevista para el 31 de mayo, contemplará el tránsito de los transfronterizos aunque sobre este extremo hay todavía demasiadas lagunas.