Estamos de acuerdo que todos los Presidentes de Gobiernos, ya sea de la Nación, de las Comunidades Autónomas o los Alcaldes de los Municipios, tienen la facultad de nombrar directores, asesores, jefes de gabinete e incluso responsables de Servicios.
No voy a entrar en el número de esos nombramientos y designaciones a dedo, a veces desmesurados, pero si en la cualificación y conocimientos de los nombrados y elegidos para asesorar a los responsables políticos que han de tomar y adoptar⁸ decisiones que afectan a los Servicios que las Administraciones han de prestar a los ciudadanos a los que sirven.
Vemos frecuentemente como prima el enchufismo, el amiguismo y la afinidad política, y lo vemos porque se nombra a personas sin ningún tipo de preparación para el desempeño de sus funciones, en las diferentes Áreas de Gobierno, vemos directores, asesores y responsables de Servicios cuya relación con el asesoramiento al político en cuanto a su experiencia y conocimientos es nula y así nos va.
Entiendo que el político electo y nombrado como Ministro o Consejero no sea un experto en su Área y responsabilidad, pero no comprendo que se nombre asesores cuya preparación académica o experiencia profesional no tenga nada que ver con la función a desempeñar.
Es lógico un arquitecto en fomento, un ingeniero en obras, un experto en seguridad y policía en Interior o Gobernación y así podríamos seguir, los demás nombramientos no conducen a nada, bueno si, al fracaso de la gestión.
Más funcionarios cualificados y menos asesores que no saben de qué va la historia.