Las repatriaciones se activaron este miércoles después de varios meses sin que pudieran llevarse a cabo. Todo comenzó después de que la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, anunciará que en la ciudad hermana comenzarían las salidas y se irían sucediendo cada dos días. La Delegación del Gobierno en Ceuta, por su parte, no daba respuesta aclaratoria del asunto y se limitaba a contestar, a través del gabinete de comunicación, que se estaba “trabajando” en ello hasta que el mismo miércoles, poco antes de las diez, confirmaba la reactivación. Volvían las repatriaciones y volvía el hermetismo por parte de la Delegación, quedando en evidencia tras la trasparencia de Melilla anunciando las repatriaciones y dando el halo de esperanza a los marroquíes que quedaron atrapadas en tierras melillenses.
Esa misma tarde del martes, a pesar de que supuestamente solo se estaba trabajando con Marruecos, se empieza a aclarar todo el operativo. A las 17:00 horas, la Policía Nacional montó un dispositivo en la nave del Tarajal para vigilar que a las 97 mujeres y 3 menores que iban a salir se les hiciera los test rápidos de detección del coronavirus y manejándose unas listas marcadas por el oscurantismo. De nuevo surgía la pregunta: ¿De dónde habían salido esas listas? Nadie responde. Por fuentes consultadas por este periódico, como ocurriera con las primeras repatriaciones, se ha sabido que la Delegación del Gobierno en Ceuta entregó un listado con las personas que debían salir a la Policía Nacional, haciendo caso omiso del trabajo que deberían desarrollar los agentes encargados de esta labor, en este caso el grupo de Extranjería, que son los que tendrían que estar autorizados a preparar ese listado, ya que es la única manera de conocer la pureza de su origen. La Delegación volvía a saltarse ese filtro, haciendo las listas de otra manera ajeno al protocolo que marca el trabajo de la Policía.
Por otra parte, otra de las problemáticas llegó a través de las pruebas rápidas de detección del coronavirus. En un principio se hizo entender que Marruecos exigía la prueba y los resultados negativos como algo clave para que sus ciudadanos marroquíes atrapados pudieran volver a su país. Por ello hubo un gran despliegue el día antes cuando la Policía montó un dispositivo con todo controlado y se empezó a hacer los test de uno en uno y en orden de cola. Así durante dos horas realizándose las pruebas e incluso dejando a las personas aisladas para que pasaran la noche ahí y no fueran a ningún lado evitando contagios. Un despliegue con un gasto económico importante. Llegó el día de la repatriación y cuando se le fue a entregar a Marruecos todos los resultados, los agentes indicaron que no los querían y que ellos mismos les van a hacer sus propias pruebas y la toma de temperatura nada más entrar en la frontera. ¿De qué sirvió ese despliegue un día antes y ese gasto importante económico si Marruecos iba a hacer sus test? Una pregunta con una difícil respuestas, pero que deja en evidencia, una vez más, la poca o nula comunicación con el país vecino y sobre todo que Marruecos es quien maneja los tiempos en todo momento y hace y deshace sin contar con la opinión de la Delegación en Ceuta.
Políticamente se llama pasillo humanitario, y en muchos sentidos se queda en eso en un nombre que queda bonito para un titular en prensa, pero que muy poco de verdad tiene cuando se trata de llevarlo a cabo. Pocos piensan, ya sea Marruecos o España, que se tratan de personas con sentimientos y que han estado más de 6 meses lejos de sus casas, de sus familiares en uno de los momentos más complicados de los que estamos viviendo. Porque a algunos se les ha olvidado que estamos pasando por una pandemia, por una crisis sanitaria de la peor de los últimos tiempos.
Solo se espera que alguien dé cordura a todo esto, y Delegación parece haber reaccionado ahora facilitando un número de teléfono para que las personas atrapadas puedan apuntarse, algo que hace unos meses se exigía y parecía una odisea lo que se estaba pidiendo.
Solo queda esperar que esas listas que ahora están realizando, tengan el sentido de estar mirando de verdad por esas personas y que poco a poco puedan regresar a sus hogares.
Esto solo tiene una salida, y es ZONA SCHENGUEN, le gusten a algunos o no les guste., entre ellos a los que quieren mano de obra barata y tener mayores beneficios a costa de lo que sea.
ZONA S C H E N G U E N