Esta semana se celebra las IV Jornadas de la Discapacidad y Accesibilidad Universal, una cita concebida para reflexionar sobre cómo es nuestro entorno y cómo mejorarlo para adaptarlo a las necesidades de todas las personas que lo utilizan.
Pese a los avances conseguidos durante los últimos años, Ceuta sigue siendo una ciudad en algunos puntos casi intransitable para el peatón o quienes circulan con carros de bebés, por ejemplo, debido a las precarias infraestructuras peatonales de algunos puntos y al comportamiento invasivo de automovilistas incívicos.
En otros, la existencia de elementos inaccesibles para personas con movilidad reducida también vetan su libertad de movimiento, un problema al que las administraciones están obligadas a prestar la mayor atención, aunque también el conjunto de la ciudadanía, tanto para denunciar su existencia como para, en la medida de las posibilidades de cada uno, intentar eliminarlos.
No se trata de un asunto meramente físico, sino también de convicción para hacer cuanto sea necesario facilitar a todos el acceso a todas las oportunidades sin dejarse doblegar por necesidades de inversión para contar con los medios necesarios para conseguir el objetivo perseguido. En el primer ámbito será determinante aprovechar el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para orientar el desarrollo de la ciudad con esa premisa. En el segundo se debe seguir incidiendo en la concienciación y la sensibilización para hacer lo propio en otros campos.