A pesar de la crisis provocada por el aumento de los precios de la energía, y de su impacto en los costes de gestión del aceite industrial usado, el pasado año se recogió el 100% de este residuo peligroso en Ceuta. Durante 2021, a través de la red de gestores que trabajan en el marco del Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados (SIGAUS), se atendieron 68 establecimientos generadores de aceites usados, en los que se recuperaron 81 toneladas. Tras su recogida y tratamiento, el aceite usado se devuelve al mercado como nuevos lubricantes o combustible, haciendo posible evitar la emisión de 61 toneladas de CO2 y ahorrar 1 GWh de energía, en un modelo claro de Economía Circular.
A través de SIGAUS se recogieron el pasado año en Ceuta 81 toneladas brutas de aceites usados (incluyendo impropios como agua y otros sedimentos) repartidas entre 68 establecimientos (siendo el 53% talleres mecánicos) de sectores tan diversos como la automoción, la industria, el transporte, el comercio o la construcción.
Esta generación fue muy fragmentada, ya que más de la mitad de estos puntos productores de aceite usado (un 62%) generaron menos de una tonelada de residuo, acumulando entre ellos apenas un 21% del total del aceite usado generado. En total, para recoger todo el aceite usado fue necesario efectuar 216 operaciones de recogida.
“En 2021 hemos sido testigos del aumento de los precios de la energía y de los combustibles, un incremento que en los últimos meses ha superado el 60%. Dado que cada año es necesario recorrer cientos de kilómetros para recuperar el aceite usado que se genera en Ceuta, resulta evidente cómo la crisis en los precios de la energía tiene un fuerte impacto en los costes de gestión del residuo del aceite industrial”, señala Eduardo de Lecea, Director General de SIGAUS. “Para que estos vaivenes del mercado no impidan que la gestión del aceite usado se lleve a cabo, la financiación que aportamos para cubrir el déficit de estas actividades resulta fundamental, para que ésta sea viable ambiental y económicamente.”
Tratamientos con beneficios ambientales y económicos
Una vez recogido, el aceite usado fue trasladado a centros de transferencia para su análisis y eliminación de posibles impropios, proceso que una vez completado resultó en una cantidad neta de aceites usados de 92 toneladas, contando con lo ya almacenado anteriormente, volumen finalmente tratado para obtener nuevos productos, siguiendo los principios de la Economía Circular.
Estas 92 toneladas de residuo fueron destinadas a regeneración, un tratamiento que permite obtener nuevas bases lubricantes del aceite usado y que es el que prioriza la actual normativa. Gracias al residuo regenerado en Ceuta durante el pasado año fue posible producir 57 toneladas de nuevos lubricantes y ahorrar 27.000 barriles de petróleo, en comparación a si esos lubricantes se hubiesen producido a partir del refino del crudo. Además, el aceite usado regenerado también permitió evitar la emisión de 61 toneladas de CO2 a la atmósfera, y el gasto de 1 GWh lo que supuso otro claro beneficio para nuestro entorno.