Salvo para salir en la foto, o conseguir algunos votos, el futuro de Ceuta y Melilla dejó de interesarle hace tiempo a los dos grandes partidos nacionales, Partido Popular y Partido Socialista. Es más, como si de un laboratorio de pruebas se tratara, a lo más que llegan es a practicar la política de la subvención, que conlleva sumisión, de la forma más burda posible. Incluso nos suelen utilizar como moneda de cambio, o excusa, para librar sus particulares batallitas políticas. El último incidente lo ha protagonizado la Junta de Andalucía, negándose a aprobar la puesta en marcha de dos másteres de postgrado a la Universidad de Granada, uno para su Campus de Ceuta y otro para el de Melilla.
Lo que ha ocurrido es que el Consejo Andaluz de Universidades (CAU), en su reunión del pasado 8 de junio aprobó el catálogo de títulos para el próximo curso académico 2018/2019, eliminando de este listado dos títulos de postgrado, que previamente habían obtenido el visto bueno de la DEVA (Dirección de Evaluación y Acreditación), para ambos Campus.
En el caso de Melilla, se trataba del Máster Universitario en Administración de Empresas y Dirección de Recursos Humanos en Entornos Internacionales. En el de Ceuta, el Máster Universitario en Innovación y Mejora en Atención a la Diversidad. Este último, fue dado como casi aprobado por la Rectora de la Universidad de Granada en su reciente visita a la ciudad. Solo le faltaba, según nos dijo, algunos “trámites burocráticos”. Como hemos visto, los trámites no eran menores. Se trataba de una clara falta de voluntad política del gobierno socialista de Andalucía, que ni la mismísima Rectora había sido capaz de prever. Nos ha sorprendido a todos su elevado grado de candidez.
La excusa que se esgrime desde la Junta de Andalucía, que ya en su día se puso encima de la mesa, es que el Ministerio no da respuesta a las demandas efectuadas para Andalucía, pues en los últimos años se ha reducido la financiación en una cantidad cercana a los cuatro millones de euros a la Universidad de Granada, para ambos Campus. Esto llevó, según nos cuentan los medios, a un compromiso del gobierno central, que, finalmente, no han cumplido. O, dicho de otro modo. Quizás hemos sido nosotros algunos de los paganos del regalo que Rajoy hizo al PNV para que aprobara sus presupuestos. Los mismos que ahora se va a tener que “comer con patatas”, Pedro Sánchez.
Aunque el argumento dado por la Junta de Andalucía parece impecable, sin embargo, se oculta lo más importante. Estamos siendo usados como moneda de cambio, o mecanismo de presión, frente al Gobierno central, antes del Partido Popular, y ahora, del mismo Partido Socialista que gobierna la administración autonómica. Pero, además, ambos másteres cuentan con financiación propia y adecuada. En el caso de Melilla, porque esta financiado por el Gobierno de la Ciudad Autónoma. En el caso de Ceuta, porque los viajes del profesorado externo, también será sufragados por la Consejería de Educación y Cultura. Y, además, porque en ambos casos, los profesores han sido escogidos con la prevención de que todos tuvieran holgura docente suficiente, para que no fueran necesarios nuevos contratos.
El hecho de que Ceuta y Melilla no tengan competencias en educación, derivado de su peculiar estatus jurídico y encaje constitucional, dificulta enormemente todo el desarrollo de esta docencia. El Protocolo General para el ejercicio de las competencias de la Administración del Estado en estas Comunidades autónomas, firmado el 18 de junio de 1999, parece que se ha quedado algo obsoleto y no cumple correctamente su función. Sin embargo, ninguna de las administraciones implicadas en la gestión de las enseñanzas universitarias en Ceuta, ni los partidos que las dirigen, parece que tienen interés en que el mismo se actualice. Simplemente, Ceuta y Melilla no interesan políticamente más que lo justo. Y, sobre todo, lo que se cuida mucho desde Madrid es que no se desarrollen mucho, para no enfadar el vecino marroquí.
Es lamentable que hayan engañado de esta forma a nuestra Rectora, y que su respuesta haya sido, de momento, solo votar en contra de este acuerdo del Consejo Andaluz de Universidades.
Al menos es lo único que conocemos. También lo es, que la actuación de los Decanos de las Facultades de Ciencias Sociales y Jurídicas de Melilla y de Educación, Economía y Tecnología de Ceuta, se haya ceñido a lanzar un comunicado de protesta a la prensa local. Evidentemente, con actuaciones tan poco contundentes, muy poco se va a conseguir para estos Campus.
Ni habrá másteres de postgrado de calidad, ni profesorado estable, ni desdoblamiento de los masificados cursos de enfermería (más de 140 alumnos por clase), ni nada que nos ayude a salir de la situación de debilidad en la que nos encontramos.
Pero, mucho más lamentable, a la vez que triste, es ver cómo la Junta de Andalucía, que como Directora General de Universidades tiene a una antigua Vicerrectora de la Universidad de Granada, maniobra de esta forma tan burda para conseguir más financiación del Gobierno central, sin pensar en el enorme daño que causa a los Campus universitarios de Ceuta y Melilla. Sobre todo, a su alumnado.
Quizás sea que cada vez interesamos menos. Y esto no se va a solucionar solo poniendo nombres de catedráticos tristemente desaparecidos al Campus, por muy honorables e ilustres que hayan sido.
Le suelo leer con bastante frecuencia señor Aureliano. E incluso le he oído hablar en algún curso sobre turismo hace muchos años, más de una década.
Está usted despertando, efectivamente Ceuta y Melilla no interesan; somos españoles de tercera.
Recuerdo una vez un artículo suyo que denunciaba el mal trato dado por el puerto de Algeciras cuando esperaba con el coche a embarcar para Ceuta, usted se preguntaba cómo podría padecer esta situación cuando Ceuta debía ser un lugar pre visiblemente turístico.
No hay interés por nosotros. Lo único que queda es personas como usted, con cierta influencia, denuncien la situación en la península.