La iglesia de África se ha llenado de fieles en la mañana de este domingo para presenciar la Solemne apertura del Jubileo en Ceuta, ya anunciado anteriormente por el Papa Francisco el día de Navidad y comunicado por el vicario de la ciudad.
El rito de apertura comenzó en el Pórtico de la Catedral y posteriormente en procesión se desplazaron a la Parroquia y Santuario de Santa María de África para continuar la celebración.
El Santo Padre abrió la noche de Navidad en Roma la Puerta Santa e inauguró el año Jubilar 2025, hoy ha sido nuestra ciudad la que ha abierto las puertas al esperado Jubileo, un año lleno de oportunidades de crecimiento y resurgimiento para todos.
El papa Francisco nos hace partícipes de este jubileo invitándonos a vivirlo como “Peregrinos de la Esperanza”, comunicaba el vicario Francisco Jesús Fernández.
“Este año se caracteriza por la esperanza que no declina, la esperanza en Dios, que nos ayudará también a recuperar la confianza necesaria (tanto en la Iglesia como en la sociedad) en los vínculos interpersonales, en las relaciones internacionales, en la promoción de la dignidad de toda persona y en el respeto de la creación”, informaba.
Durante todo este año, los fieles podrán beneficiarse de las gracias jubilares en este Templo, a su vez que, por Decreto del Obispo, por las obras de piedad y misericordia, en el Centro de Inmigrantes de San Antonio. Las celebraciones litúrgicas tendrán lugar en la Parroquia de Santa Beatriz de Silva.
Desde antes de las 12:00 horas, la plaza de África ya acogía a numerosos fieles frente a la Catedral, esperando la llegada del vicario, respaldado por los demás miembros eclesiásticos.
Frente a los llegados para adorar al Cristo, el cómputo sacerdotal esperó la llegada del salvador, que en procesión apareció en la puerta de la Catedral a través de un camino abierto por sus fieles, que lo arropaban con cariño, esperanza y fe.
En el pórtico de la Catedral, todos escucharon con atención y acompañaron a la mayor representación religiosa en Ceuta en sus rezos y en este recibimiento del Jubileo, celebrado cada 50 años.
Desde la Catedral volvió en procesión hasta la iglesia de África, seguidos por todos los presentes. Una vez en la iglesia se procedió a bendecir a los que ocuparon este lugar sagrado.
El Padre Agustino Alberto Gadea acompañado por un grupo de jóvenes ha puesto música a esta cita tan importante para todos los creyentes.
La iglesia de África se llenó al completo, incluidos sus recovecos. El Cristo del Puente estuvo arropado en todo momento por un gran número de fieles que respondían a la lectura de la Biblia y acompañaban con cantos al padre Alberto.
El olor a incienso se hizo con el ambiente y la paz se adentró en los corazones de los más sensibles. Había quien sentía desde el alma, con los ojos cerrados, pero con el sentimiento y todos los pensamientos dedicados al Señor.
Tras la bendición, se subió al Cristo a lo más alto, donde descansa la Virgen de África, para que todos pudieran verlo mientras se celebraba la misa dedicada a la apertura del año Jubilar.
“Iniciamos el Jubileo en este templo por encontrarse nuestra Catedral en un proceso de reforma integral”, comunicaron durante la misa, en la que también recordaron la catástrofe de Valencia, resaltando que, a pesar de todo lo negativo, también sacó todo lo bonito de los corazones de las personas que se volcaron en solidaridad con los afectados.
“En la peregrinación se descubre el valor del silencio, del esfuerzo. Las iglesias de jubileo podrán ser un oasis y un punto de partida insustituible para un camino de reconversión”, leyó frente a todos el vicario Francisco Jesús Fernández.
El olor a incienso cada vez se hacía más presente y la atención de los presentes encontraba otra dirección que la de la eucaristía, que finalizó con el rezo conjunto de la oración del Jubileo 2025 (repartida a todos) y tras ella los cantos del coro que ha acompañado en todo el encuentro.
Sin lugar a dudas, en esta recta final del año se ha vivido un emotivo momento de peregrinación dando la bienvenida al nuevo año Jubilar que significa un nuevo resurgir para muchos creyentes y una nueva oportunidad para quienes todavía no están adentrados en el camino de Dios.