Comienzan las actividades del programa de Navidad en el Centro del Mayor organizadas por la Consejería de Asuntos Sociales de Ceuta y no ha podido ser de una mejor manera, pues el baile, el disfrute y las ganas de pasarlo bien no han faltado.
La consejera de Servicios Sociales, Nabila Benzina, ha acompañado a los mayores en este banquete tan animado y ha atendido a FaroTV muy amablemente.
“Los mayores siempre tienen ganas y eso es muy positivo. Nosotros queremos que tengan un envejecimiento activo y que participen en talleres”, ha comunicado Benzina.
Esta comida es organizada por la Consejería de Servicios Sociales junto con los mayores y según Benzina, “también es una muestra de los talleres que se han ido haciendo durante todo el año, ellos van mostrando el resultado y es un momento para compartir y disfrutar”.
Los mayores, además de acudir a disfrutar, también han elaborado algunos platos para que todos pudieran degustarlos. Este público, como bien ha señalado la consejera de Servicios Sociales, siempre “completa aforo y nunca falla, además es algo que quieren mantener en el tiempo”.
Esta comida supone una motivación para quienes están viviendo el envejecimiento y sirve, además, de distracción. También “favorece la cohesión social, hace que ellos tengan vida y tengan un grupo de amigos y amigas y de eso se trata”, ha indicado Benzina.
Y una vez acabada la intervención de Benzina, FaroTV ha hablado con los auténticos protagonistas: los mayores.
El ambiente había que vivirlo para ser realmente conscientes de lo que una simple comida puede alegrar el día a quienes ya no tienen un trabajo o una rutina obligada. A pesar de que todos han disfrutado de la comida, los alimentos eran lo de menos.
La música ha puesto el ritmo en la sala y todos han sabido cogerlo. La pista de baile ha estado llena de público con muchas ganas de bailar. También estaban quienes comían, bailaban y bebían al mismo tiempo.
El grupo de música que ha acudido para amenizar la jornada ha sabido muy bien qué entonar para hacer que todos los presentes movieran el esqueleto.
Además de lo personal, el lugar designado para la celebración presentaba una decoración bastante trabajada y elaborada y esto ha tenido una respuesta. La monitora de punto y croché, Toñi Muñoz, junto a sus más de 130 alumnas se encargaron de dar color a las paredes y pusieron a tono el árbol de Navidad.
En cuestión de un mes o mes y medio han elaborado unas encantadoras piezas de punto que han dado vida al día de hoy. “Estoy que no quepo en mi pellejo”, ha dicho Muñoz refiriéndose a lo orgullosa que estaba de sus alumnas y a lo bien que se lo estaban pasando.
El brillo en los ojos de todos los presenten ha sido un auténtico lujo para quién lo observaba, pues no todos los días se experimentan momentos de felicidad como el que se ha vivido este miércoles en el centro del mayor, siendo un auténtico regalo para los presentes.