Era una cifra que hacía tiempo que no se producía, una de esas cifras que asusta a una población que debe enterarse de que el virus está aquí, que no se ha ido y que la situación sigue siendo enormemente compleja. Casi cien positivos en una jornada y lo peor es que el panorama no parece que vaya a cambiar. Llevamos varios días con cifras de contagios elevadas que, en buena parte, tienen relación con los brotes detectados en concentraciones como las naves del Tarajal o el propio CETI. Pero también hay un número importante de casos centrados en familias y en contactos sociales, porque no estamos siendo lo cuidadosos que debiéramos. Se le ha perdido el miedo al covid, y eso es lo peor. Hemos creído -también porque estamos cansados- que esto había terminado. La retirada de la mascarilla en la vía pública ha animado a pensar que lo malo ya pasó y no es así. Ni mucho menos.
Quizá estas estadísticas no causen miedo o rechazo a muchas personas. Pero a otras sí, más que miedo es sentido de la responsabilidad. Si estamos vacunados eso ayuda a una menor letalidad pero no frena los contagios ni el factor riesgo que podemos extender a los más vulnerables. Ceuta empieza a entrar en un espacio peligroso en donde cualquier desprecio a los mínimos cuidados va a traer malas consecuencias. Casi un centenar de positivos es un dato a tener en cuenta. Y mucho. En pleno periodo estival debemos seguir teniendo cuidado y, sobre todo, ahora con los regresos de las vacaciones mucho más, siendo cuidadosos con nuestros comportamientos y haciéndonos el test de antígenos cada vez que regresemos a Ceuta por prudencia y por todos.