Las redes antimedusas que la Ciudad Autónoma instala cada verano tienen un nuevo visitante a contener lejos de las zonas de baño: la Physalia physalis, carabela portuguesa o también conocida popularmente como falsa medusa –puesto que se trata de una agrupación de hidroides–.
Ante su llegada a las playas de Ceuta en las últimas semanas, Obimasa considera que esta malla de protección “va a funcionar e, incluso, va a ser más efectiva” que en el caso de la medusa común o Pelagia noctiluca con la que los bañistas locales están más acostumbrados a convivir en el Estrecho.
Protocolo: Tampoco variaría demasiado de las medidas puestas en marcha
Javier Martínez, biólogo de Obimasa, explica que la tóxica fragata portuguesa, precisamente, si está íntegra flota siempre y, por tanto, va a chocar y será repelida por la barrera de boyarines que tiene la red antimedusa.
Otras de las razones en las que se sustenta la efectividad de esta medida ante la arribazón de carabelas portuguesas es que el tamaño del flotador de este organismo es mayor que el de las aguavivas.
Entonces, ¿por qué las hay que se cuelan en la zona de baño? Aunque la mayoría de las medusas comunes o Pelagia noctiluca van a ras de agua, algunas se desplazan a media agua y, ya sea por debajo o por hendiduras entre las redes y las rocas, puede penetrar aprovechando su textura gelatinosa por cualquier hueco o depresión que pueda producirse al hundirse la protección por una ola u otra circunstancia.
Obimasa no ha pensado, en principio, en ninguna medida extraordinaria frente a la carabela portuguesa por estos motivos. El sistema de redes ya se ha adjudicado, su laboriosa preparación está en marcha y todo se está disponiendo para su instalación en cuanto sea posible.
Sin embargo, sí están en estudio medidas o un protocolo de actuación en caso de que se detecte la presencia de la temida Physalia physalis durante la temporada de baño.
Aunque tampoco variaría mucho con respecto a los desplegados cuando se han registrado arribazones masivos recientemente: observación y tener dispuestos los medios de recogida en embarcación y manual en tierra en caso de que se introdujeran en la zona de baño.
En cuanto a las banderas con un diseño específico para alertar de una presencia importante de medusas, ya existen y han sido utilizadas en temporadas anteriores en Ceuta, aunque el biólogo de Obimasa destacó que existen otras más llamativas con el dibujo de estos organismos.
Martínez también llamó a la población a la calma porque su picadura no es mortal aunque sí muy dolorosa e insta a quien entre en contacto con la carabela portuguesa a acudir al centro sanitario más cercano. El contacto con los tentáculos de las criaturas provoca un dolor intenso que acaba generalmente, en la formación de ampollas. Tras producirse la primera picadura, Ingesa definió su protocolo de actuación y difundió una serie de recomendaciones que continúan vigentes.
Cabe esperar que desaparezcan en cuanto suban las temperaturas
El biólogo de Obimasa, Javier Martínez, coincide con los científicos del Instituto Español de Oceanografía respecto a este debate en que resulta inusual que se esté extendiendo tanto la llegada de carabela portuguesa.
De aquí al verano, en cuanto suban las temperaturas, cabe esperar que desaparezca porque no es un fenómeno desconocido aunque sí estacionado en el invierno.
Martínez reconoce que no es normal que haya penetrado tanto en el Mediterráneo y se esté extendiendo así a finales de mayo. Varias decenas de ejemplares llegaron a las playas ceutíes en los últimos dos meses, al igual que ocurre en el Levante peninsular.