Ya no viven tranquilas desde hace unos meses. Las gaviotas de Adouin de Ceuta, que antes campaban a sus anchas por el Sarchal, coexisten con un intruso: una cabra. El animal, que de forma inocente transita por el área, supone un “incordio” para el día a día de esta especie protegida que vive un entorno ZEPA, es decir, un espacio salvaguardado.
Los integrantes de SEO BirdLife la detectaron en enero, pero están seguros de que lleva más tiempo por allí. Se percataron de ella al personarse en el enclave para observar si habían llegado ejemplares en esta fecha. No solo la han avistado; han dado parte de la situación por varios canales oficiales para que se hagan cargo de la situación.
A pesar de que su intención no es hacer daño, las aves actúan por instinto. Se alejan para evitar cualquier problema, una acción que conlleva una serie de consecuencias para su desarrollo vital y que incluso amenaza con la posible disolución del grupo.
De un lado a otro
El merodeo del caprino las obliga a cambiar de sitio cada vez que pasa por donde se hallan. “Estando ahí no van a utilizar ese lugar. Normalmente está en la parte de arriba. El año pasado colocaron justo ahí los nidos”, comenta Joaquín López, presidente de la entidad.
Tacha de “urgente” su retirada ante la proximidad de la época de cría. Solo faltan dos semanas para que comiencen a prepararse para acomodar la zona para los nuevos polluelos.
“Este pasado viernes bajó y todas las gaviotas que estaban en la delimitación baja se fueron. Al día siguiente se repartían en otros puntos. No permanecían donde habitualmente se reunían. Lo hacían justo debajo del acantilado”, relata. “¿Qué haría una persona si se le cuela en el cuarto un elefante?”, se pregunta a modo de ejemplo para dar a entender lo que implica para ellas.
“Todo esto puede terminar en el abandono de la colonia y en la desaparición con lo que eso conlleva para el valor ecológico de la especie. Hay que tener en cuenta que alrededor del 95% de su población se reproduce en España y Portugal”, explica.
Los dos países son los puntos son donde más se concentra su demografía. “No tiene un número muy elevado de ejemplares. Estuvo al borde de la extinción en los años 70. Se ha logrado recuperar una cifra más o menos estable. Si quitamos los pocos espacios donde crían, corre el riesgo de esfumarse”, menciona.
Avisos a las autoridades
“La cabra es inocente. No sabe lo que hace ahí. No es salvaje. Es de un rebaño o de alguien al que se le habrá escapado. Se habrá perdido o la habrán dejado a su suerte. Provoca un daño tremendo a un ecosistema”, incide.
El 25 de febrero al reconocer que aún continuaba por la zona dieron parte al Seprona de las circunstancias expuestas. Recibieron por respuesta que el caso sería comunicado a Sanidad para implementar medidas. “Han pasado unas semanas. Nadie ha hecho nada, así que hemos decidido presentar una solicitud a la Consejería de Medio Ambiente”, detalla.
López se muestra disconforme con la reacción de ambas entidades y espera que se tomen cartas en el asunto. “Sanidad no hace nada. Al final, nadie se involucra. Transcurre el tiempo sin una solución. A las gaviotas o se les quita la cabra o se van a ir. Quizá el modo de solventarlo es tan fácil como encontrar al dueño y pedirle que se la lleve”, manifiesta.
“No creo que sea complicado. Consiste en efectuar alguna gestión para comprobar de quién es o si existe un propietario. Si no, la administración deberá retirarla. Está a la intemperie pasando frío. Cuando sea verano tendrá sed y hambre en el momento que no haya pasto. ¿Qué le pasará? Se está dejando que muera y que esté estorbando en un sitio en el que no puede estar”, señala.
Esta ave está catalogada como vulnerable. “La Consejería emite un decreto para prohibir el tránsito de personas en el área acantilada en el periodo de cría. El problema ahora no es que se impida, es que hay una cabra aparentemente abandonada”, enfatiza.
Cambio de menú para la cabra pasa de comer hierva a pollitos de gaviota más proteínas tenían que soltar más cabras aver si espanta la plaga de la patiamarilla
Tanto derecho tiene esta cabra de disfrutar de la naturaleza y el medio ambiente que las carroñeras pavanas que han aniliquilado por completo nuestros gorriones.
Esta especie de gaviota solo se alimenta de peces y se reproduce en los acantilados, nada que ver con la otra.
Menos gaviotas y más a los gorriones que nos estamos quedando sin ninguno en Ceuta por la culpa de estas carroñeras
Pepe: Tú que eres poeta y poesías compones…….
No es una gaviota común,es una especie protegida,y esta gaviota lo que come es lo que pesca en el mar.......antes de escribir infórmate