El Gobierno de Ceuta nos cuenta que su consejera de Sanidad se entrevistará con la ministra del ramo para trasladarle los problemas que tenemos. Los oportunistas del PP ocultan la gestión sanitaria de la que fueron responsables para, ahora en la oposición, cantarle las cuarenta al gobierno central.
Suena a cachondeo, a burdo juego de niños de padres separados que cuando les conviene le lloran a papá y cuando no a mamá. Eso es lo que está haciendo el PP. Tras una época de mando en plaza y de posibilidad de blindar la gestión sanitaria, ahora acude a llorar a los madriles para protestar por los resultados de esta época pero también de aquella. Suena ciertamente a hipocresía pero no sorprende.
Benzina le contará a la ministra lo que esta ya sabe. Luego nos mandarán un comunicado de prensa y desde Madrid dirán eso de que se van a preocupar mucho por la salud de los caballas. Otra milonga.
Si al gobierno central le hubiera importado lo más mínimo lo que está pasando hace tiempo que habría fortalecido un sistema sanitario cada vez con más carencias. Nos estamos acostumbrando a contar historias para no dormir en los medios de comunicación sin que exista reacción alguna.
Un niño con el brazo roto al que no se le quiere operar. Una bebé con 40 de fiebre cuya madre desesperada tiene que terminar poniendo una queja. Un joven padre de familia que a punto está de morir si no lo lleva su madre a la Península… Y esto que debería darnos miedo se aprecia como normal.
No tenemos profesionales suficientes, el sistema no funciona (ahora ya no tienen la excusa del colapso provocado por la frontera…) y pareciera que se nos está incitando a tener que pagar por la sanidad aniquilando lo público.
Tocando madera para no caer malos pasamos los días viendo como aquí la clase política juega al postureo y evidencia, quienes tienen responsabilidad, una inacción insultante.