El servicio llevado a cabo esta semana por la Guardia Civil ha sido de los más relevantes debido a la cantidad de armas encontradas en el zulo desmantelado en García Aldave.
El trabajo llevado a cabo por el Servicio de Información ha sido clave por cuanto se han quitado del mercado gran cantidad de armas y cuantiosa munición. Ahora queda un segundo plano, el de las consecuencias del hallazgo. Los servicios centrales de la Benemérita investigan ya todo el material encontrado para saber a qué nos enfrentamos, si se trata de un zulo con material vinculado al mundo de la delincuencia común o si, por contra, se trata de algo de mayor peso relacionado con los grupos terroristas. De momento nada puede aseverarse. A pesar de que ha habido titulares que a nivel nacional han dado por hecho que se trataría de un depósito de afines al DAESH, es demasiado pronto para lanzar conjeturas. Demasiado pronto y demasiado peligroso. Hay muchos detalles que están siendo tenidos en cuenta en un proceso investigador que no ha hecho más que comenzar. La clave o, cuando menos, la más importante radica en lo que se encuentre en el pen drive localizado. Ahora cobra peso la cautela, el dejar trabajar y el no aventurar conclusiones antes de tiempo. Eso sí, lo único que puede quedar claro es que la Guardia Civil ha hecho un buen trabajo, ha actuado siguiendo una buena línea y, resulte lo que resulte, ha retirado del mercado abundante armamento, sea cual sea el uso que pretendía dársele.