Abandono natural y patrimonial. Son los dos argumentos por los que la playa del Desnarigado de Ceuta renueva bandera negra. A la calificación de mala administración del patrimonio, en concreto, de las murallas que la bordean, se une este verano la relativa al entorno.
Al igual que el año anterior, las cercanías al LIC del Monte Hacho también continúan en la lista por el impacto que genera la instalación de la Almadraba. Esa zona, que en el presente tan solo está próxima a un espacio protegido, está en proceso de ser parte de la mencionada área. Está en curso dicha ampliación de la delimitación marcada.
Ambas resoluciones pertenecen al informe elaborado por Septem Nostra en colaboración con Ecologistas en Acción. Los resultados fueron revelados este lunes durante un encuentro de la entidad nacional celebrado en Cartagena, Murcia.
Mala y buena noticia
Óscar Ocaña, vicepresidente de la asociación local, saca en claro como conclusión que el análisis efectuado trae consigo una mala y una buena noticia. El hallazgo es, por un lado, una evidencia “del abandono” y de que las actuaciones en materia de medio ambiente son una asignatura pendiente en la ciudad.
Sin embargo, asegura que no todo está perdido ni es preciso pensar que la situación no puede mejorar. Considera que el hecho de que se mantengan las mismas banderas negras que en 2024 significa que, en principio, no han surgido nuevas problemáticas en este sentido.
La razón por la que se suma un aliciente más a este suspenso en preservación en el Desnarigado son los recientes descubrimientos en los entornos marítimos de Punta Almina y Benzú. Una serie de buceos en mayo permitió hallar ejemplares de relictos “totalmente distintos” a los corales negros detectados con anterioridad.
Mayor valor natural
Dar con esta novedad lleva a un incremento del valor natural que cada vez hace más necesaria una ordenación, gestión, vigilancia y señalización de las aguas que bañan el lugar. Es este el motivo por el que en esta ocasión optan por añadir este aspecto dentro de la evaluación llevada a cabo.
La enumeración va más allá de los conceptos y esconde tras de sí una realidad que se produce en el día a día. “Su falta se traduce a que las personas que van hasta allí en barco pueden navegar a la velocidad que les apetezca, pescar donde les dé la gana y generar impactos sin que haya un control”, explica. No se trata de una mera suposición. Lo corroboran las consecuencias observadas en sus exploraciones bajo el mar. Tanto él como el equipo que se sumerge en los fondos marinos son testigos de cómo la basura campa a sus anchas y de los rastros visibles de perjuicios provocados por una práctica pesquera sin limitación ni seguimiento.
El caso del Desnarigado
La bandera negra ondea en el Desnarigado por otro asunto que desde hace tiempo se denuncia. La carencia de remedios ante los muros que la bordean genera esta respuesta de Ecologistas en Acción y Septem Nostra.
No solo se deja a su suerte a una pieza que forma parte del legado patrimonial de la ciudad. La paralización y la ausencia de actuaciones también implica un posible riesgo para los que visitan la zona ya que, en cualquier momento, podría volver a sufrir un desprendimiento, tal y como ha sucedido en varias ocasiones. El de mayor calado ocurrió en 2021.
Aún sigue sin contar con un plan de restauración a la espera que de una intervención. El último anuncio fue en 2024, cuando se trasladó a este periódico que está en proceso la redacción de un informe para decidir si le corresponde al Ministerio de Defensa o la Dirección General de Costas hacerse cargo. Esta propuesta de estudio se inició hace cuatro años y, de momento, no se notifica nada nuevo al respecto.
Basuras
A esta problemática se une el arrojo de residuos por las inmediaciones y la falta de facilidades para acceder al lugar. “Lo único que se atiende como tal es la limpieza de la propia playa y la ducha. Lo demás está abandonado a su suerte”, expresa.
“Quedan deberes por hacer”, cuenta. “Esto compete tanto a la administración local como a la nacional. Tienen que cumplir y velar tanto por los bienes culturales como por los naturales”, manifiesta. “No estoy diciendo que lo tengan fácil, porque seguro que hay dificultades, pero tienen que buscar una respuesta”.
Propone como soluciones la restauración de la muralla y la puesta en marcha de una estrategia de ordenación, gestión, vigilancia y señalización del LIC del Monte Hacho. “La recuperación de este elemento incluso podría ser paulatina”, señala en referencia a la primera sugerencia.
La almadraba
Las cercanías del LICES631002 del Monte Hacho están señalizadas con la bandera negra por las repercusiones de la presencia de la Almadraba. Esta genera pescas accidentales, es decir, que no son intencionadas. Caen en las redes, sobre todo, peces luna. La lista también incluye tortugas y cetáceos.
Esta área es susceptible de convertirse en un espacio protegido, una cuestión que está en trámites. Si se hace realidad, habría un argumento más para que esta práctica se traslade a otra ubicación. De hecho, Ocaña indica que, desde Septem Nostra, la idea es que sea desplazada al punto donde se encontraba originalmente.
“Es un sitio con muchas corrientes, por lo que se dan mucho estos sucesos”, relata. A esta solicitud se une una demanda más, en concreto, el darle un vuelco a la forma de desarrollar esta técnica. “Esté donde esté, se debe aplicar un plan de sostenibilidad para que las raberas que se empleen no atrapen a estas especies. Pescar y evitar esto son temas compatibles”, asegura.
El científico afirma que podrían haber incluido una tercera bandera vinculada a los vertidos de salmuera que carecen de seguimiento en la zona de la desaladora. “Posiblemente en los próximos años, como entidad, se haga hincapié de nuevo en ello”, manifiesta.
Interés
A su juicio, todas las problemáticas mencionadas pueden solventarse con interés. “No lo hay por parte de las autoridades. No existe una sensibilidad hacia ello o eso es lo que parece. Cuando se denuncian estos asuntos públicamente, la administración calla”, expone. “Deben dar el paso porque poseen la responsabilidad”, detalla.
Cree que para lograrlo es necesario contar con la sociedad civil y que es preciso avanzar en esta dirección de la mano de la ciudadanía. “No quiero que se malinterprete como que esto es un desastre, pero sí es cierto que no está”.
Sin embargo, puntualiza que esta circunstancia florece por todo el país. “Si se echa un vistazo a Tarifa, por ejemplo, se da lo mismo. Están al menos las pasarelas, sí, pero no se ve un control ahí”. Afirma que “esto pasa en España. No solo es cosa de Ceuta”.
La mejor playa de ceuta
Y en la Ribera y Chorrillo, llena de pulgas y bichos, bandera Azul
La almadraba hay la almadraba que matanza hace, como sacan los cadáveres de los peces a alta mar por las mañanas para arrojarlos lejos de la costa y que digan que no.
Si fuera un estadio de futbol, ya estaria arreglado.
El muro está fuera de la zona militar. Es responsabilidad de Costas, no de Defensa su reparación
Es lamentable el estado de una cala que, a todas luces, es impresionante (nada más que hay que escuchar a visitantes que acuden y alucinan). Dejadez, suciedad, el entorno deteriorado con unas ruinas que llevan años dejadas de la mano de Dios. Penoso. Pasan los años y siempre que vuelvo al primer chapuzón del verano en el Desnarigado pienso lo mismo "¿No se ha reunido la autoridad competente para darle una imagen digna y actual a este enclave". Año tras año me respondo solo. De vergüenza.
Seguro que es la más limpia y sana para estar en el entorno