En tan solo 200 años la temperatura del planeta ha aumentado un grado que, en términos climáticos, “es una barbaridad”, sentenciaba minutos antes de su ponencia el biólogo de la Fundación Migres, Alejandro Onrubia. “Un grado es la variable que se experimenta, en condiciones normales, en 200.000 años. Este cambio está repercutiendo sobre los animales y nos va a afectar a nosotros, a nuestra economía y a nuestro modo de vida, y las primeras en darnos el aviso están siendo las aves, debería tomar nota y decidir a dónde queremos llegar”.
Onrubia cerraba ayer la primera sesión de las XIII Jornadas Sobre el Medio Natural de Ceuta y su Entorno que el Instituto de Estudios Ceutíes celebrará en la Biblioteca hasta mañana. El biólogo, un reiterado participante en estas jornadas, decidió enfocar esta nueva intervención en la migración de las aves y el cambio global. En concreto dentro de todas las variantes que se pueden extraer del comportamiento de estos animales en su migraciones, se encuentran sus indicadores del cambio climático. “Vivimos cada vez en un mundo más caliente, las aves nos están avisando de que esto está pasando y que nos va a afectar a todos”, manifestaba Onrubia.
Según Onrubia, uno de los indicadores más interesantes que se puede sustraer es la incorporación, en la zona del Estrecho, de especies africanas. “Estamos viviendo una colonización de origen sureño, de aves que viven en la zona del Sahel o del Magreb y que, como consecuencia de estos cambios, están migrando hacia el norte del continente e, incluso, hasta el sur europeo donde se están incorporando a su fauna. Estos indicadores nos anuncian que las condiciones en el sur de Europa cada vez se parecen más a las del norte de África”.
Estas pistas a gran escala ponen de manifiesto que los ecosistemas están cambiando y, según Onrubia, los del ser humano, en un periodo “no muy largo”, también lo harán. “Muchas islas del Pacífico están desapareciendo y sus habitantes se han convertido en migrantes climáticos, esto es el principio de lo que nos espera como no intentemos paliarlo”.