La Ciudad Autónoma de Ceuta ha comenzado a instalar un vallado perimetral alrededor de la antigua cárcel de mujeres del Sarchal como primer paso para impulsar su rehabilitación, una de las condiciones que puso el PSOE para apoyar el Presupuesto de la administración local para 2022, en los que consiguió reservar 650.000 euros a tal efecto. Los planes del Ejecutivo local pasan, según las fuentes consultadas por este periódico, por efectuar los estudios técnicos preceptivos con un georradar sobre el estado de la infraestructura tanto en su parte visible como en el subsuelo para posteriormente efectuar un estudio patológico y concretar un proyecto viable de recuperación cuyo presupuesto no ha sido concretado, aunque podría oscilar entre “un millón de euros”, en el mejor de los casos, y hasta dos en la hipótesis más gravosa.
La actuación se pone en marcha sin que todavía se haya elegido qué utilización se podría dar al espacio una vez recuperado. Entre las opciones sobre la mesa están algunas que ya se barajaron hace años, como convertirlo en un anexo del Campus Universitario aprovechando para conectar ambas partes alguno de los túneles subterráneos que enlazan los acantilados de la bahía sur con el antiguo acuartelamiento del Brull.
También se baraja utilizarlo como centro de observación o estudio de carácter medioambiental ligado al mar o la ornitología y se ha sugerido la posibilidad de que, vía concesión administrativa, albergue un local hostelero con la construcción de un pequeño embarcadero a pie de playa.
Una de las prioridades es que la inversión que se ejecute no replique lo hecho en La Sirena de Punta Almina, que hoy es una ruina de propiedad militar varios años después de dedicarle millones de euros. “Ambos puntos están fuera de las vías de tránsito habituales y eso es lo que debe generarse para que la rehabilitación tenga éxito y sea fructífera”, han argumentado fuentes conocedoras de las intenciones de la Ciudad.
Construido en el siglo XVIII
El Fuerte del Sarchal fue construido en el siglo XVIII con una planta irregular desarrollada en baja (edificada con gruesos muros de piedra y aberturas rematadas con ladrillo distribuida en dependencias habilitadas como lavaderos, almacén, garita y cocina, contando con el exterior con amplio lavadero rectangular de pila) y una cubierta de ladrillo tosco que se distribuye en una amplia terraza a modo de secadero y una nave dividida en cuatro dependencias sin que se conserve el techo a dos aguas.
En su lado sur se aprecian los restos destruidos de un primer cinturón defensivo a modo de muralla y foso, así como los de lo que podría ser una garita-torreón de vigilancia.