La situación en Ceuta, en relación al covid, va a peor. Quienes lo dicen son los expertos, las autoridades sanitarias que hacen un seguimiento exhaustivo y que auguran que, en los próximos días, el panorama no va a mejorar. Es por ello que se han adoptado medidas estrictas como la variación horaria de vigencia del toque de queda o la reducción en el número de personas que se reúnen tanto en el ámbito público como el privado. Son medidas temporales que dependerán de la evolución de la pandemia para volver a ser alteradas. Estamos hablando de un asunto serio como es el de la salud para que algunos busquen crear un ambiente enrarecido basado en enfrentamientos. No, no es el momento propicio porque se trata de defender la vida y, al menos en eso, deberíamos estar todos unidos. Pero, muy al contrario, se está buscando revolver el río para ver quién se queda con la mayor cantidad de peces. Eso, además de ser contraproducente, es una indecencia. Los máximos representantes de la comunidad musulmana se reunían el pasado viernes con la Ciudad para valorar qué hacer ante la inminente celebración de la fiesta del Ramadán. Quienes son los legítimos representantes fueron claros a la hora de concluir que, en un periodo así, no se puede dar un paso en falso. Es digno de ser destacado y valorado este gesto de altura que es el adecuado, el idóneo ante este momento delicado. No obstante, pueden estudiarse alternativas para que, en un periodo tan especial como es la celebración del mes sagrado, haya días con excepciones para relajar ciertas medidas, al igual que se ha hecho en festividades precedentes. Todo se puede debatir pero siempre yendo de la mano del comité de expertos y de la evolución de la pandemia. Todo se puede valorar dentro de los márgenes de la razón y no buscando populismos baratos.
Ahora sí, de igual manera que a todos se nos exige un esfuerzo, la Ciudad no puede permitir que se sigan viendo escenas que hieren a muchos porque suponen un flagrante incumplimiento. El Gobierno tiene que ser valiente y organizar mejor sus recursos para evitar el auténtico cachondeo que se está viendo en determinados puntos de la ciudad. Si hay un decreto de Sanidad en vigor que tiene que cumplirse ¿cómo es que se permiten terrazas llenas sin que nadie porte la mascarilla mientras no consume?, ¿qué tipo de controles se está haciendo ante masificaciones como las que todo ciudadano ve en el Poblado y alrededores desde primera hora de la tarde todos los fines de semana? No se está pidiendo más que ejecutar las normas que la misma institución publica emite. Y eso no se está haciendo con el grado de efectividad esperado para generar la reacción ejemplar y general para toda la ciudadanía. Quizá en detalles como estos se sustente buena parte del descontento de algunos y del sentimiento de agravio comparativo de otros.