Bruselas y Rabat han sostenido que esta Asociación Verde permitirá ambos progresar hacia sus objetivos comunes de convertirse en economías bajas en carbono y resilientes al clima, y a la transición a una economía verde, así como fortalecer la coordinación en medidas relacionadas con la protección ambiental y la transición energética, tanto a nivel bilateral, regional y con terceros Estados.
Además, podría ayudar a impulsar "proyectos innovadores, sostenibles, generadores de empleo y respetuosos con el medio ambiente", y a desarrollar la cooperación con otros actores internacionales en aras de lograr los objetivos impuestos en el Acuerdo de París, según la misiva de la Comisión Europea.
Este acuerdo también tiene como objetivo la consulta y el intercambio temprano de políticas, teniendo en cuenta los intereses, prioridades y preocupaciones de cada uno de los socios a la hora de desarrollar políticas sobre cambio climático. Esta asociación de la Unión Europea con Marruecos es ya "la más profunda y completa" con cualquier país de África, según Bruselas, que ha afirmado que el acuerdo tiene aún "mayor potencial".