Asma Mohamed se sigue preguntando por qué asesinaron a su hijo Mohamed Alí, por qué después callaron el crimen entorpeciendo la labor policial con el fin de que esa investigación no prosperara. Cuatro meses después de que la Udyco de Ceuta practicara las detenciones de los tres implicados, Asma no solo reclama justicia sino también condenas ejemplares.
Tiene que sacar adelante a sus siete hijos. Por ellos lucha y por ellos se mantiene firme. Que una madre pierda a un hijo rompe el alma, que además sea de esta forma tan cruel provoca una herida incurable como la que Asma confiesa que arrastra desde ese día en el que la Policía le confirmó la peor de las noticias, desde ese día en el que se pasó de hablar de una desaparición a hacerlo de un crimen.
Mohamed Alí no solo fue asesinado, sino que fue víctima de un acto cruel silenciado durante un año. Un periodo que supuso una auténtica tortura para su familia ante la ausencia de noticias. Ya se conoce la calificación de la Fiscalía, adelantada por El Faro de Ceuta, para dos de los investigados, la pareja que en el momento del crimen era menor de edad.
El Ministerio Público pide 7 y 8 años de internamiento en centro cerrado y otros 5 de libertad vigilada.
“No acepto esa condena, una vida no cuesta siete u ocho años”
Asma sabe que la ley del menor es la que es y que tiene unas peticiones máximas según los delitos. Pero eso no aminora el dolor sufrido al conocer esa calificación.
“No acepto esa condena, una vida no cuesta siete u ocho años. Estos asesinos me han reventado la vida, ya no la tengo porque a mi hijo no lo voy a ver jamás. No estoy conforme con esa condena, sé que es la máxima pero una vida cuesta muchísimo no ocho o siete años. Yo he criado a mi hijo, he sufrido y ahora vienen tres asesinos y me lo quitan. No es justo”, confiesa en esta entrevista mantenida con FaroTV.
El asesinato de Mohamed Alí rompió cualquier previsión posible debido a su crudeza, todo lo que rodeó aquel caso, cómo durante prácticamente un año se silenció lo que había ocurrido o se pretendió que la propia familia creyera que el joven se había marchado de Ceuta voluntariamente.
“Lo han asesinado, mi hijo fue engañado y eso le ha costado la vida”
“No lo han matado, lo han asesinado”, insiste Asma empleando los conceptos acordes con lo que sucedió con uno de sus vástagos. “Ellos asesinaron a Mohamed Alí. Hicieron un secuestro, lo montaron en el coche del otro asesino en el Polígono, en donde no había cámaras. Mi hijo se fue engañado, él era sincero y confiaba muchísimo, eso le ha costado la vida”, lamenta.
“Solo pido justicia. Los asesinos han engañado a toda Ceuta, a la Policía, a todo el mundo… Estaban con nosotros en la búsqueda. ¿Esto es una condena? No, una vida no cuesta 7 u 8 años, cuesta muchísimo, pido justicia”.
Aquellas fueron jornadas de auténtica presión para Asma y su familia, jornadas en las que las noticias iban encadenándose una detrás de otra, aflorando una verdad difícil de ser asimilada: no solo se confirmaba que aquel joven dado tanto tiempo por desaparecido estaba muerto sino que además le habían arrebatado la vida con saña, ocultando datos, dejándolo abandonado para que nadie encontrara el cuerpo.
De aquello se ha pasado a un periodo en el que esta madre coraje tiene que aprender a vivir sin su hijo. Al cuello lleva una cadena con su nombre que encargó hacer y que luce con amor, respeto y nostalgia.
“No creo lo que ha pasado, pienso que estoy soñando”
“La verdad que no creo que ha pasado esto, pienso que estoy soñando, que no está muerto. Lo veo como un sueño, unas veces creo que mi hijo va a entrar por la puerta, que me llama. Me equivoco de nombre con mis hijos al llamarlos. Mohamed Alí no merecía esa muerte, me han destrozado, ya no tengo vida ni felicidad”, rememora rompiendo en lágrimas.
“Tengo aquí la cadena de Mohamed Alí”, indica mostrando la que mandó hacer con su nombre, la misma que luce otra de sus hijas. A la más pequeña de todos, de solo 5 años, le han dicho que su hermano se marchó para que no tenga que pasar por el trance de, a su corta edad, comprobar lo sucedido.
“Los asesinos han mentido muchísimo, decían que yo lo había echado a la calle. Hubo mucha mentira, mucha falsedad pero la verdad salió a la luz. Yo nunca he mentido, siempre he dicho la verdad. He llorado y sufrido muchísimo y todavía estoy sufriendo, tengo aquí una herida que nadie me la quitará, nadie jamás en la vida”, explota.
Y es que Asma no solo tuvo que escuchar y leer comentarios que apuntaban a una fuga de su hijo sino multitud de comentarios falsos que no pretendían más que entorpecer la investigación.
Petición al juez y al fiscal: “Que los asesinos lo paguen”
Asma, agradecida por el apoyo que siempre ha tenido de todos, pide a la justicia que haya una condena ejemplar y que no se olvide de lo que le hicieron a su hijo.
“Yo le pido al juez y al fiscal que los asesinos lo paguen; que el asesino pague no 8 o siete años porque él no esta arrepentido”, indica refiriéndose al considerado autor material del crimen. “Un asesino siempre se arrepiente pero él hasta hoy no lo está”.
“Le dio un golpe muy fuerte a mi hijo en la cabeza, antes de morir Mohamed Alí sufrió muchísimo. Yo siempre dije que le había pasado algo, nunca he mentido, nunca. Ellos, los asesinos, me han visto llorando, sufriendo pero no dijeron nada. Siempre pedía que si alguien sabía algo que lo dijera, pero nada. Doy gracias por los testigos que fueron, muchas gracias porque si no fuera por ellos el caso se quedaba así”.
Asma se muestra agradecida a una Policía que no la olvidó entonces ni tampoco lo hace ahora. “Estaban encima preguntando por mí y todavía preguntan, me llaman. Tengo gran apoyo de la Udyco, del jefe de la Policía… pero lo que quiero es justicia para Mohamed Alí porque no merecía esa muerte, ni él ni nadie. Para mí ha sido un golpe muy fuerte”, rememora.
“No puedo olvidar jamás a mi hijo, ¿por qué le asesinaron?”
Asma tiene presente siempre a ese niño, a ese adolescente arrebatado de su familia con violencia. Su lamento, desgarrador, es el de una madre víctima también de esta acción tan cruel.
“No puedo olvidar nada, vivo con esto día y noche. No puedo olvidar jamás a mi hijo porque una madre no lo olvida nunca”, cuenta derrotada. Aún se pregunta por qué lo mataron, por qué le asesinaron: “¿Por un vídeo?, ¿por envidia?, ¿por ser muy guapo, tener amistades y ser alegre?, ¿por qué le han asesinado?”.
“Si es por un vídeo, pues coges y le quitas el móvil y le denuncias pero no le mates así, no le asesines así. Ha sido un secuestro y también le robaron porque tenía un reloj como su hermano, tenía su móvil… Donde están”.
La razón del crimen, de acuerdo con las investigaciones policiales, era que uno de los investigados quería que Mohamed Alí borrara de su teléfono un vídeo suyo. Un motivo que convirtió aquella reunión entre supuestos amigos en el inicio de uno de los sucesos más crueles ocurridos en la ciudad.
“No quiero que esto se quede en el olvido”
“Le asesinaron, lo llevaron a un campo… Confío en la ley, en el juzgado pero pido justicia para Mohamed Alí, sé que mucha gente me apoya, muchísima gente pregunta por mí y no quiero que esto se quede en el olvido. Igual que este sufrimiento lo tengo aquí en mi cabeza, estos asesinos me han dejado mal, tengo 7 niños y los saco adelante como sea pero no puedo vivir así”, confiesa.
“Me falta uno, donde está Mohamed Alí, donde está que no está conmigo sentado, dónde están sus abrazos su cariño y sus besos. Los asesinos pueden abrazar a sus padres pero yo no, yo no puedo abrazar a mi hijo. La madre del asesino puede visitarle pero yo nunca voy a ver a mi hijo”, critica indignada y rota de dolor.
La vida de Asma la rompieron quienes asesinaron a Mohamed Alí. Hoy solo pide justicia. Recuerda que su hijo envió un mensaje advirtiendo de que ese encuentro con quienes terminaron siendo sus asesinos no “le olía bien”. Hoy se pregunta por qué nadie advirtió a la Policía para prevenir comunicando el contenido de esa confesión.
“Estoy sufriendo muchísimo, he perdido a mi hijo, no a un perro o un gato. Me duele muchísimo”, detalla, viéndose en un estado de depresión y ansiedad al que le ha llevado toda esta situación.
Lamenta que los criminales pudieron engañar durante un tiempo a toda Ceuta, por eso no considera justo la petición de esas condenas. “He criado a mi hijo hasta los 17 años y ahora viene uno y te lo quita del brazo, no, eso no. Con sangre fría han asesinado a Mohamed”.
ES INGUSTA LA LEY DEL MENOR QUE TENEMOS
John Smith, le recuerdo que la ley del menor la aprobó el PP, concretamente el señor aznar, no diga cosas que no son verdad,se nota que está usted en campaña.
Lleva usted razon, aunque solo en parte. En la parte que , no se por qué, le interesa. Efectivamente la ley de responsabilidad penal del menor fue aprobada en el año 2000 por el gobierno del PP, derogando la anterior que era de 1948. Esa ley aprobada por el gobierno Aznar fue modificada en 2006 por el gobierno del PSOE, como recordará (si no lo recuerda le invito a consultarlo en el BOE). Esa actualizacion supuso unos cambios, que no voy a exponer aquí, que dejaba mas desprotegidas a las víctimas, hasta tal punto que incluso el mediatico juez de menores Señor Calatayud se opuso y expuso los “peligros” de esta ley, como se ha podido comprobar despues. Tambien hay que reconocer que gobiernos del PP posteriores no la han modificado o derogado, lo que les convierte tambien en cómplices. Poca diferencia de fondo hay entre PP o PSOE
Estimada señora, comparto con usted todo el dolor que está pasando. Tenga en cuenta que las leyes las hacen los políticos, no los jueces. Una muerte no vale 8 años, que cuando lleve 4, saldrá a la calle...Allah irahmo.
Mi pésame a esa mujer!!!! Esto es lo que tiene vivir en la Europa decadente de los derechos y el buenismo!!! En EEUU, Australia, o cualquier otro país decente estaría mínimo 25 años en la cárcel,incluso cadena perpetua o pena de muerte!!! Pero en este caso como miles más será una condena de risa y en poco tiempo a la calle!! Da asco la justicia de España y Europea!!
Vaya por delante mi sentido pésame a la señora por la pérdida de su hijo. No hay nada más abominable ni mas deleznable que la violación o el asesinato de un menor. Pero lamentablemente vivimos en un país en el que las víctimas tienen menos derechos que los verdugos, cuando los verdugos son menores. Gracias a leyes como las del ex-presidente Zapatero o del actual Sánchez, una joven de quince años puede abortar sin conocimiento de sus padres, pero no puede tomar una cerveza porque es menor. Puede asesinar a un compañero de clase o a incluso a un profesor, y la condena será un ridículo internamiento en un centro de menores hasta los 18 años y después libertad "vigilada". Pero los que han propuesto esas leyes han sido elegidos, o sea que en cierto modo los que les votaron son, de alguna manera, "cómplices". Señora Asma, pida explicaciones a esos votantes de por qué los asesinos de su hijo tendrán una condena ridícula.