La antigua cárcel de mujeres de Ceuta no se construyó como prisión, sino como el Fuerte del
Sarchal en el siglo XVIII para proteger la ciudad ya que la cala del Sarchal era un punto de fácil acceso.
Después fue utilizado como polvorín en los años veinte y treinta del año pasado. Ya, en 1936, con la sublevación franquista, esta fortificación se habilitó como cárcel política y allí estuvieron encerradas decenas de mujeres ceutíes. También hubo fusilamientos y ejecuciones. En 1945 se decidió trasladar a las reclusas hacinadas en esta prisión y, desde ese año, este es un edificio abandonado.
La antigua cárcel de mujeres, ahora abandonada, se construyó como Fuerte
A día de hoy se ha convertido en un vertedero y refugio para personas sin hogar en nuestra ciudad. Restos de latas, botellas, vidrios, paquetes de tabaco y colillas, excrementos, envases de comida, todo tipo de accesorios de higiene como cuchillas de afeitar o botes de gel, cajas con ropa…
Las paredes están rotas, caídas, comidas por las humedades y agujeros o butrones. Están ‘decoradas’ con grafitis y mensajes, nombres, fechas…
El edificio, construido en el siglo XVIII, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC)
Lo que fue la cocina, el lavadero o almacén ahora son dependencias con colchones, casas improvisadas con camas e incluso sofás. Las telas quemadas y los restos de alimentos cocinados son síntoma de que hay gente viviendo en estas condiciones en Ceuta.
Pese a esto, y desde hace ya casi trescientos años, la fachada y estructura del edificio resiste debido a los gruesos muros de piedra y remates de ladrillo. Después de 84 años de historia y pese a que fue declarado Bien de Interés Cultural (
BIC) en 1995, ni el tiempo ni las personas han respetado la memoria de este edificio que recoge tantos episodios históricos de la ciudad.