La Comunidad Hindú de Ceuta, junto a millones de personas, celebra Jhulelal, que marca el comienzo lunar l Hubo unión y comida especial.
‘Cheti Chand Joo Sabhni Khe Wadayun’. Esta frase escrita tal y como se lee es la felicitación del año nuevo en el dialecto sindhi, efeméride que este año se celebró en la jornada de ayer, razón por la cual el Templo Hindú de nuestra ciudad acogió diversos actos, ante la asistencia de numerosos miembros de la Comunidad Hindú de Ceuta, tanto jóvenes como mayores.
Se trataba, por tanto, de conmemorar el comienzo del año lunar, un hecho que en el mundo es celebrado por la diáspora sindhi, en honor a su patrón y santo Ishtadeva Uderolal, conocido popularmente como Jhulelal, y cuya imagen se puede visitar en el Templo Hindú.
Respecto a la celebración, es preciso señalar que la misma tiene un origen basado en el calendario lunar, y es que los hindúes siguen el calendario conocido como ‘Vikram’ desde los días del rey hindú Vikramaditya. El primer mes del año es Chaitra y en sindhi, se denomina ‘Chet’, de ahí que es conocida la festividad como Cheti Chand, la luna de Chet.
Los sindhis tienen la creencia de que el santo Jhulelal, es una encarnación del Señor Varuna, Dios del agua y de ahí que en la celebración, el agua tenga un papel protagonista. Como toda buena celebración, hay una comida especial para este día que consiste en ‘meethi tehri (arroz dulce)’ “y que todas las señoras suelen cocinar en esta ocasión especial”, apuntan desde la Comunidad, poniendo así de relieve algunas de las costumbres más arraigadas que acompañan a esta fiesta.
Además, las mujeres, como manda la tradición, preparan la ceremonia, el puja thaal, con lámparillas de aceite, flores, frutas, y sin olvidar nunca el coco que forman esa ofrenda a la deidad Jhulelal, y que será uidadosamente sumergida en las aguas de nuestras playas con una oración, rogándole a Jhulelal que bendiga a la comunidad y mantenga el bienestar de nuestros ciudadanos.
“¡Feliz Cheti Chand!”, se exclamaba ayer por parte de los miembros de la Comunidad Hindú de Ceuta, reunidos en el Templo desde la mañana en pos de celebrar, en familia, el comienzo de un nuevo año lunar, una efeméride de calado emocional y que con el curso del tiempo toma, si cabe, mayor simbología e implica a millones de hindúes que conviven en la faz de la tierra.