Su nombre es Ahmed, pero todos lo conocen en Ceuta como Sabu. Toda su vida ha estado ligada al fútbol. Desde joven comenzó, como todo niño, a dar sus primeros pinitos como jugador, pero a él siempre le ha gustado más disfrutar deporte desde otro ángulo.
Sería en el 2008 cuando comenzó su andadura como delegado en el Betis de Hadú, donde “estuve prácticamente dos año”.
Casi dos años después, Alonso Ruiz, actual directivo de la Unión África Ceutí, le ofrecería formar parte del equipo unionista: “Alonso me ofreció irme con él. Estuve con ellos en el equipo que tenían de fútbol 11, que después desapareció”.
A pesar de la desaparición del equipo, el Ceutí quería seguir contando con Sabu en su cuerpo técnico por lo que “Alonso me ofreció si quería irme con ellos al equipo de fútbol sala”.
Sin pensarlo, Sabu aceptó la oferta y siguió escribiendo su historia deportiva junto a la Unión África Ceutí, donde, a día de hoy, es una pieza fundamental.
Durante estos años, Sabu coincidió con grandes entrenadores como: “Chito, Quino, Taconi, Sergio Bermúdez o Nepo, que es con el que estoy ahora”.
Y es que Sabu es el alma de la UA Ceutí. “Alonso y Felipe siempre me dicen que soy lo mejor que hay en el cuerpo técnico”, añade.
Sabu, un jugador que pasaba desapercibido
Antes de llegar a su posición actual, Sabu también ha estado dentro de los terrenos de juego. Sus primeros pasos como jugador fue “en el Matarile”. Una época marcada por “un 54 que era casi todo de piedra”.
El caballa desempeñaba sus funciones como delantero centro y compartía vestuario con grandes jugadores como “Román, Toledo, Chicha o Frugi”.
Un equipo formado por “amigos de la barriada de Hadú” que compartían la pasión por el fútbol. Nació en los años setenta y competía en la liga Regional con otros equipos como “el San Fernando, el Diamante o el Pedro Lamata”.
Un equipo unido por el fútbol y en el que disfrutaban con este deporte, pero que “por desgraciadamente”, como muchos otros, acabó desapareciendo.
Un delegado que demuestra la pasión por sus colores
En el 2008, Sabu tomó el papel de delegado y desde entonces no sabe lo que es la vida sin desempeñar esa función.
Comenzó en el Betis de Hadú, pero toda su carrera como delegado la ha desempeñado en la UA Ceutí, donde “llevó ya casi 40 años”.
Sus inicios fueron en el fútbol once, “donde estuve cas cinco años”, pero cuando descubrió lo que era el fútbol sala, se enamoró.
“Me encanta el fútbol sala porque no hay tanto meneo. En fútbol once tienes que trabajar mucho más y el fútbol sala no te cansa tanto”, señala Sabu.
La evolución del fútbol
Sabu también ha sido de esas personas que han podido vivir de cerca la evolución del fútbol. Desde las instalaciones hasta el estilo de juego, tanto el fútbol como el fútbol sala ha cambiado con el paso de los años.
Algo que sigue llamando la atención al caballa y que siempre le hace volver al pasado y “recordar lo que era y lo que ahora mismo es el fútbol”.
Pues el cambio, en muchos aspectos, ha sido radical.
Una pieza clave en la UA Ceutí
En su vida deportiva, Sabu ha pasado por un total de tres equipos. Lo hizo como jugador en el Matarile, comenzó como delegado en el Betis de Hadú y, después de 40 años, sigue estando involucrado con la UA Ceutí.
Todo aquel que pasa por las filas unionistas siempre se lleva a Sabu en un ‘cachito’ de su corazón, pues la pasión que vierte en este en equipo hace que se haya convertido en una pieza clave para la entidad unionista.
Él es conocedor del cariño que le tiene la gente y es por ello que siempre “le agradezco a Alonso y a Felipe la oportunidad. Gracias a ellos estoy aquí y me animan a seguir aquí”.
Además, Sabu también ha tenido la oportunidad de compartir esta experiencia con muchos jugadores. Futbolistas que siguen recordándolo con un especial cariño y que “siempre me lo han demostrado”.
Un orgullo representar a Ceuta
Sabu tiene claro que una de sus funciones dentro del puesto que ocupa es “representar los colores en cada campo”. Una función que para él es todo “un orgullo”, ya que “como delegado no solo es un orgullo representar al Ceutí, sino también representar a Ceuta”.
Para Sabu, la Unión África Ceutí “significa muchísimo”. Para él no es una simple institución, sino que “es el club más grande que existe”. Un equipo con el que “hemos conseguido muchas alegrías” y donde ha tenido el placer de conocer a personas “excepcionales”.
Todo ese cariño, además de coincidir con personas que le han hecho más fácil el camino a Sabu, son los principales motivos por los que el caballa continúa estando al pie del cañón con el conjunto unionista.
Antes como encargado del material y ahora como delegado, Sabu siempre muestra su amor por los colores y el escudo de la UA Ceutí.
Actualidad
La Unión África Ceutí no está atravesando su mejor momento en Segunda División. Actualmente los caballas se encuentran en el descenso y la lucha por la permanencia está más abierta que nunca. Aún así, Sabu confía en el equipo y sigue “dándoles ánimo para que lo intentes. Dios quiera que sí. Sea como sea tienen que salvarse”.
Como vecino que coincidimos algunas veces en la mezquita o en el recorrido que a veces realizo a pie hasta llegar a su zona, siempre lo asociaba al mundo del balonmano con esa altura y corpulencia física
Todo un ejemplo para el deporte ceutí, y en especial, para un futbol que necesita buenos referentes dentro y fuera del campo, y sobre todo, buenas personas, un ejemplo de caballa.