“Marruecos no tiene ninguna voluntad de abrir la aduana comercial ni el régimen de viajeros”, palabra de Enrique Alcoba, presidente de la CEME, la Confederación de Empresarios melillenses hermana de la de Ceuta.
Mensaje que ha generado un auténtico revuelo en redes sociales sobre todo por la siguiente parte de su mensaje: “Si Marruecos no quiere tener negociaciones con Ceuta y Melilla, las tenemos con Argelia”.
Un plante en toda regla que coincide además con la vuelta de tuerca dada por el Senado al Gobierno de España para la apertura de la aduana comercial y el malestar de ciudadanos ceutíes y melillenses por una frontera que se ha convertido en una reina de la dictadura.
El pasado septiembre se presentaba la Plataforma Frontera de Ceuta, una entidad que busca dar voz a los residentes que se sienten olvidados y víctimas de todo tipo de tropelías en cuanto al paso de mercancías.
Cada familia esconde no una sino miles de anécdotas en las que los protagonistas siempre son los mismos: por un lado, quienes entran en Ceuta con una bolsa de alimentos; por otro, los guardias civiles encomendados a realizar el control del tendero. Y, entre unos y otros, las chispas siempre saltan y en demasiadas ocasiones para mal porque han derivado en sanciones y detenidos.
No hay aduana comercial a pesar de las expectativas y los anuncios. Salvo un par de pases experimentales no se han producido nuevas incursiones comerciales y los empresarios parecen conformarse con una realidad que ha vuelto a cobrar protagonismo político esta semana por su llegada al Senado.
En Ceuta, las excusas de los representantes de la administración central siempre son las mismas y confluyen en una palabra: Exteriores. Desde Madrid se indica que todo está preparado y se añade otra palabra extra: Marruecos. En el vecino país, al margen de titulares triunfalistas de mandatarios que pudieran estar sustentados en erróneas traducciones, nada se anuncia con el fundamento debido en torno a que esa normalización comercial vaya a ser un hecho.
Los ciudadanos cuestionan la legalidad de la circular que hoy por hoy se presenta como único documento oficial, en la que se recoge lo que se puede o no pasar, así como los pesos permitidos. Todo lo que la vulnere derivará en una sanción.
Para la plataforma esa circular debe ser derogada porque genera confusión sobre el régimen de viajeros, además de que reclaman la publicación de normas fronterizas adecuadas.
Pero hoy por hoy es la que está en vigor, la que se tiene que cumplir y la que da pie a enfrentamientos en un escenario de agravios comparativos entre pasajeros, de discriminaciones y de decisiones incongruentes en la retirada y destrucción de artículos.
“Esta circunstancia no se da en ninguna frontera del mundo. Todas las fronteras terrestres, al final, viven unas de otras y se benefician de un lado y de otro, empezando por Gibraltar y terminando por Andorra. Marruecos no tiene ninguna voluntad de abrir la aduana comercial, ni el régimen de viajeros. El problema es que el Gobierno de España no ha puesto la herramienta o el interés suficiente para ponerlo en marcha. España tiene mecanismos, no olvidemos que tenemos el puerto, existe la pesca, la migración, las fronteras con Málaga, Almería y Algeciras que traen camiones de productos de Marruecos para introducirlos en España y Europa”, lamentaba el presidente de la CEME.
Para Alcoba, este escenario no es cuestión de negociarlo sino “de saber negociarlo y nos da la sensación de que España no sabe negociar, no tiene el interés suficiente o no pone la energía que se precisa con un gobierno como el de Marruecos que todos conocemos y sabemos cuál es la situación. Cerrar la frontera económica en Ceuta y Melilla es letal”.
El Gobierno de España mantiene que ha hecho sus tareas, pero al lado hay un país soberano que debe responder con sus actuaciones.
Tanto el Estado como sus representantes en Ceuta mantienen el mismo discurso y ese no es otro que el de la defensa de un trabajo llevado a cabo en un espacio fronterizo en el que, en época de mandato popular, lució el abandono.
Se han acometido mejoras, se ha implantado la frontera inteligente, se han hecho las gestiones en infraestructuras, pero la otra pata de la actuación corresponde a Marruecos.
Lejos de la radicalidad de mensajes como el enarbolado por la Confederación de Melilla, en Ceuta, al menos, se apuesta por sostener el mismo mensaje del Gobierno central: se ha trabajado, pero en esta balanza el platillo al otro lado sigue descompensado.
No tiene nada que ver una frontera comercial con una destinada al tránsito de personas que es lo que pretende Marruecos. A Marruecos, no le interesa el tránsito de mercancías a través de Ceuta y Melilla, quiere que lleguen directamente a su territorio a través de Tánger Med y Nador. El tema ya es cansino, la frontera de Ceuta y Melilla se gestiona igual que la de El Campo de Gibraltar con el peñón y de la de Andorra con Lérida.
Por qué no ponéis los comentarios, pero todos, claro.
En que cabeza cabe que si Marruecos no respeta el régimen de viajeros, España si lo deba de hacer. ¿Dónde queda el principio de reciprocidad? Es decir, Marruecos no no permite desde Ceuta ni un yogur y España si tiene que permitir la entrada desde Marruecos de verduras, pan etc etc......Y encima todo ello en detrimento de los comerciantes locales que pagan sus impuestos. Venga ya! Un Gobierno con lo que hay que tener facilitaría a Ceuta y Melilla una salida al bloqueo marroquí, y la opción de Argelia hay que tenerla muy en cuenta .