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Los agentes sociales preparan movilizaciones ante la no respuesta de Vivas y Cucurull a hablar siquiera del caos fronterizo
Casi un mes después (se cumplirá el próximo viernes) de que emplazasen por escrito al delegado del Gobierno, Nicolás Fernández Cucurull, y al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, a mantener una reunión, la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE), CCOO y UGT volvieron ayer a reunirse para analizar la falta de respuesta institucional a la propuesta de diálogo sobre la adopción de medidas inmediatas para “paliar” las consecuencias del caos fronterizo.
Delegación y Gobierno local se enfrentarán con su silencio a un octubre caliente en la calle. Los agentes socio-económicos coincidieron en un diagnóstico de “indignación total” que no ha contribuido, todo lo contrario, a aliviar la iniciativa del Ejecutivo de Vivas para implantar una nueva tasa a los negocios del entorno del Tarajal para que carguen con el coste de la limpieza y la seguridad.
“El desencuentro es absoluto”, reconocieron a este periódico fuentes asistentes a la reunión, primer paso de un escenario de tensión creciente a un mes vista.
Patronal y centrales ya advirtieron en septiembre de que no querían ni abusar ni renunciar a la movilización social para intentar desbloquear una problemática que desde su punto de vista amenaza el futuro de Ceuta a corto, medio y largo plazo.
Empresarios y sindicatos de clase mayoritarios opinan que el caos fronterizo tiene su origen “en ‘la economía del bulto’, un fenómeno relativamente novedoso que ha transformado el tradicional comercio atípico basado en el consumo al por menor en establecimientos normalizados ceutíes de productos que posteriormente eran trasladados a Marruecos en un cantidad asumible por el paso fronterizo en una nueva actividad comercial al por mayor”.
Sus altos índices de rentabilidad han multiplicado el nivel de actividad de porteo y a día de hoy, “aunque es cierto que el empleo legal generado es escaso, no lo es menos que son muchísimas las personas que viven de esta actividad en las diversas modalidades de ‘economía sumergida’ y que Ceuta no está en condiciones de agravar aún más el empobrecimiento de amplias capas de la población”.
En ese contexto creen, para que Ceuta sobreviva “de la mejor manera posible” sin renunciar a la aspiración de tener una aduana comercial con Marruecos, que se pueden poner en marcha “una serie de medidas muy concretas, a nuestro alcance y de aplicación inmediata que permitan, si no arreglar definitivamente el problema, si minimizar sus efectos hasta convertirlo en tolerable”.
La primera, “inversiones en medios tecnológicos y humanos en el paso fronterizo para garantizar un paso más fluido y seguro” y “garantizar un ‘carril ciudadano’ en la Carretera Nueva “para la circulación interna durante las 24 horas del día”. También “garantizar una dotación policial suficiente que asegure la separación de carriles”. Proponen suscribir un protocolo de colaboración entre los diferentes Cuerpos “de manera que, respetando la demarcación competencial de cada uno de ellos, se asegure el nivel de coordinación necesario para dotarlo de eficacia". De este modo, "quedaría expedito el tránsito para los vecinos de los barrios adyacentes, el transporte público y los accesos a los servicios públicos”.
Para “descongestionar” la frontera proponen un ‘carné de porteador’ que permita “adecuar su número diario a las posibilidades reales”. El documento recogería el número de días semanales que podría efectuar labores de porteo cada uno de ellos, por ejemplo".
“Parece obvio decir que si se abre el paso de Benzú y se destina al paso de los porteadores, incluso transitando por la carretera del perímetro fronterizo, el problema quedaría prácticamente resuelto con la implantación de un nuevo servicio de la Guardia Civil en aquel paso dotado con una plantilla adicional a la existente actualmente”, proponen junto a la apertura de un nuevo paso a la altura de la ITV “para uso comercial, reservando el Tarajal para uso turístico y ordinario de residentes”.
Lo “ideal” sería “ampliar el horario de modo que la frontera estuviera operativa todo el día” o “fijar horarios diferenciados para las actividades del porteo y para el resto de usos” porque así la frontera quedaría “libre” durante las horas de mayor tránsito para visitantes.
Para los ‘coches-patera’, dos posibilidades: su “embolsamiento inmediato” cerca de la frontera o “habilitar espacios alternativos en otros puntos de la ciudad como la antigua fábrica de guano en los que previo conocimiento e identificación de los porteadores, pudieran aguardar su turno de salida en cupos”.
También se reclama combatir el ‘dumping fiscal’ que se está produciendo en relación con el IPSI por importación de mercaderías, “un hecho tan conocido como incomprensiblemente tolerado por la Ciudad”, así como “el adecentamiento y vallado de las zonas por las que transitan las porteadoras” y la “habilitación de Áreas de Operación Logística dotadas de servicios básicos (techado, bancos, agua potable, etcétera”.